
Domingo 17 de agosto de 2025, p. 23
El primer día de operación de la zona de tolerancia cannábica ubicada en la plaza Tlaxcoaque, luego de que residentes de la colonia Centro rechazaron su permanencia en La Concepción, dividió opiniones entre visitantes y trabajadores de la zona, quienes coincidieron en que debe haber mayor vigilancia.
Norma, del colectivo Hijas de la Cannabis, pidió que no se criminalice a las personas por consumir mariguana, al señalar que autoridades capitalinas asignaron el espacio de la banqueta donde se realizan trabajos de construcción en un edificio que el gobierno asignará a renta.
Dijo que no se afectará a los transeúntes ni visitantes a la plaza Tlaxcoaque, así como a los niños que se divierten en las fuentes danzarinas.
La joven comentó que en la mañana trabajadores de la Secretaría de Gobierno acudieron al lugar, pero que desde hoy su presencia será permanente; a pesar de que no había presencia de funcionarios, el aforo no rebasó las 100 personas que indican las normas de convivencia.
Dijo que se cuidó que el nivel de la música no llegue a niveles altos.
En tanto, una familia dijo estar a favor de las zonas de tolerancia y que no afectan a los paseantes.
Por su parte Gabriel Alvarado, del municipio de Tlalnepantla, se pronunció a favor de que haya vigilancia para evitar que se repita la situación que existió en la Plaza de la Información, en la explanada de la estación Hidalgo del Metro, “ya llegaban motocicletas para vender”.
Los encargados de la cafetería “8 gramos” dijeron que es necesario que regrese la carpa con policías que fue retirada hace unos meses de la plaza Tlaxcoaque, y que espera que aumenten sus ventas con las personas que acudan a la zona tolerada.
Aunque hubo posturas encontradas como Zaira Mendoza, quien acude a bailar con un grupo de 20 personas cumbia y salsa cubana todos los sábados, manifestó su rechazo porque “todos son libres de estar y hacer lo que quieran, pero este un parque donde vienen los niños".
Otra mujer dijo que el gobierno local debería de fomentar espacios para que “más personas se unan al baile y no a las adicciones”.
Eduardo Cruz, residente de Álvaro Obregón y que acudió con sus hijos después de comprar los útiles escolares, dijo que las zonas de tolerancia deben estar alejadas de los espacios de ambiente familiar.
"Aquí traigo a los niños a la fuente y el olor se viene para acá. Respeto que decidan consumir, pero dónde quedan nuestros derechos ".
Cecilia Hernández quien labora en el Hospital Nacional Homeopático, consideró que habrá mayor inseguridad en una zona en la que hay personas en situación vulnerable.
Comentó que acostumbra comer en la plaza Tlaxcoaque “y el olor le resulta desagradable”.