l deseo es un espejo de nuestras apetencias más íntimas, temores y obsesiones que transitan entre la posesión y la fantasía, la frustración y el placer… En un Berlín dividido –como la propia pareja protagónica–, poco antes de la caída del muro, un hombre (Sam Neill) en apariencia, espía de la Alemania Occidental y alejado de su hogar por varios meses, regresa y encuentra a su mujer (Isabelle Adjani) cambiada y errática, lo que le provoca un estado enfermizo de inseguridad y un deterioro en el devenir del matrimonio. Obsesionado con la actitud de ella, sus ausencias y el descuido del hijo de ambos, contrata un detective, enfrenta al “amante” y descubre la “verdadera” y atípica relación íntima de su mujer.
Posesión ( Possession, 1981) coproducción franco-alemana, era la primera cinta hablada en inglés del polaco Andrzej Zulawski (1940-2016) ( La tercera parte de la noche, Lo importante es amar, La fidelidad), cineasta que no sólo huía de su país por cuestiones de censura, sino que cargaba con una profunda depresión debido a la conflictiva separación de su mujer la actriz Malgorzata Braunek. Es evidente que todo ello influyó en el ánimo y en la delirante incidencia sicológica de la trama coescrita por Frederic Tuten, con la que construyó una excesiva e intrigante mezcla de thriller gore, melodrama erótico y relato de horror corporal, a partir de una intensa metáfora sobre la posesión erótica y los celos, en un fascinante filme bajo los aparentes límites de una monster movie.
El actual restreno de Posesión, más de cuatro décadas después de filmado, permite sin duda encontrar vasos comunicantes tanto con obras anteriores como Repulsión (1964) de Roman Polanski y otras contemporáneas que rebasan el simple homenaje o la repetición de fórmulas. Por supuesto, resalta la manera en que Zulawski plantea los brutales y sangrientos asesinatos, los fetichismos corporales al respecto (el taladro) o la presentación del amante tentacular creado por Carlo Rambaldi responsable de la criatura de E. T. El extraterrestre, o aquella demencial y larga secuencia en el interior del Metro donde Adjani (ganadora en Cannes por su papel) consigue una impactante demostración de locura e histeria en una escena que parece anticipar el horror de la secuencia del paso a desnivel de Irreversible (2002) de otro cineasta inclasificable como lo es Gaspar Noé, con una cámara en mano histérica y mareante y planos secuencia que llevan al espectador a momentos de espanto.
No obstante, también resulta evidente que Posesión conecta con aquellas cintas de monstruosidad corporal como alegoría de traumas sexuales y paranoia genital como lo serían: El caimán humano (Roy del Ruth, 1959) con el tema oculto de la virginidad y el temor a la penetración o La marca de la pantera (Paul Schrader, 1982) que manejaba el tópico del incesto. Y a su vez, con ese cine pánico que enarboló Alejandro Jodorowski en donde solía llevar a sus actrices al mayor extremo posible, incluir situaciones surrealistas, sangre a raudales y mezclar horror, humor negro y una simultaneidad de elementos aparentemente contradictorios. Incluso, el póster de Fando y Lis (1967) adelanta ya el “personaje tentacular”.
Como una suerte de epílogo, vale la pena recordar esa radiografía de una sociedad enferma inmersa en la brutalidad y la ignorancia dirigida por Amat Escalante: La región salvaje (2016) que incide en una temática similar a partir de un relato fantástico en clave de suspenso con el que el cineasta regresaba de manera inusitada a sus obsesiones: barbarie, infortunio y sexualidad, trasladado a territorios de ciencia ficción en un ambiente rural. Al igual que el canadiense David Cronenberg y el polaco Andrzej Zulawski que murió en ese 2016, utiliza alegorías sobre la carne y la realidad social para narrar una fábula siniestra sobre el machismo, la frustración sexual y esa violencia actual que nos corroe a partir de un ser tentacular y alienígena que tiene la capacidad de otorgar placer sin límite o de destruir por completo a hombres y mujeres.
Posesión se exhibe en Cineteca Xoco y Las Artes, La Casa del Cine MX y Cine Tonalá. La región salvaje está disponible en Amazon Prime.