
Lunes 4 de agosto de 2025, p. 26
Tehuacán, Pue., Con más de 600 participantes, ayer se llevó a cabo la edición 31 de la carrera de la Tortilla de Santa María Coapan, Puebla. Niñas, mujeres adultas y de la tercera edad recorrieron alrededor de 5 kilómetros con su vestimenta tradicional, algunas descalzas y todas cargando un tenate (canasta) con tortillas, cuyo peso dependió de la categoría.
Para las coapeñas es un orgullo formar parte de esta actividad con la cual rinden honores a las primeras mujeres de Coapan que elaboraron tortillas para vender en Tehuacán, actividad que se ha transmitido por generaciones y es el principal sustento de la mayoría de los hogares de la población. En dicha tarea poco a poco se van sumando los hombres dejando de lado el machismo.
Casi ninguna de las competidoras es atleta, corrieron del zócalo de Tehuacán al centro de Coapan por amor a su cultura y tradiciones, su domingo comenzó a las 4:00 para elaborar las tortillas que cargarían durante la carrera.
Al concluir la preparación las pusieron en su tenate, se vistieron con el atuendo tradicional de Coapan, y se dirigieron al centro de la comunidad para el pesaje, donde los jueces deben verificar que cada una cargue la cantidad correcta.
Después de este proceso, las participantes se trasladaron al zócalo de Tehuacán para colocarse en su contingente. El sol ya pegaba con fuerza, pese a lo cual algunas corrieron descalzas, con sus tortillas a la espalda y otras se dieron el lujo de llevar también una bolsa con semillas, tostadas de azúcar y dulces que repartieron en el camino a las personas que salieron a aplaudirles y darles ánimo en su trayecto.
Fue un recorrido lleno de color, orgullo y fiesta, pero también de rostros que, pese al cansancio, sacaron fuerzas para no quedarse en el camino, llegaron a la meta satisfechas, sonriendo y con la frente en alto.
Margarita de la Luz Ignacio lleva 10 años formando parte de la competencia. Ella no se prepara para correr, soló sale con decisión y con ánimo de llegar a la meta, no ganar, pero sí participar y sentir la satisfacción de concluir la ruta. Alain y su hermano llevan tres años acompañando a su abuelita Isabel de la Luz Hilario, quien se dedica a la venta de antojitos los fines de semana; desde muy pequeña aprendió a elaborar tortillas y ahora busca fomentar en sus nietos las tradiciones de Coapan y las bondades del maíz.
Guadalupe Lourdes Isidro Hernández corrió al lado de su hijo cargando la fotografía de su abuelita María Francisca Brígida Santiago Rubio, quien desde la primera edición de la carrera participó, hasta hace dos años cuando falleció. Fue entonces que, a sugerencia de su hijo Guadalupe decidió participar; ambos llevaron sus canastas de totopos para obsequiar en el camino Su abuelita innovó su elaboración con sabores de chocolate, nuez, amaranto, canela, fresa y azúcar.