Cocinar con leña y carbón afecta a más de 2 mil millones de personas, señala
Domingo 3 de agosto de 2025, p. 13
La contaminación del aire, considerado como uno de los mayores retos a la salud en el mundo, no sólo puede representar un riesgo en espacios exteriores, sino también en el hogar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que 2 mil 100 millones de personas en el orbe se ven afectadas de forma cotidiana por cocinar con fuego abierto o en cocinas con fugas alimentadas por leña y carbón.
En 2020 se estima que 3.2 millones de personas fallecieron por esta causa. De los cuales, 237 mil eran niños menores de cinco años de edad. Agrega que los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6.7 millones de muertes prematuras cada año.
El organismo de Naciones Unidas señala que la contaminación del aire doméstico causa enfermedades no transmisibles como accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón.
Niños y mujeres, con mayor exposición
La población más expuesta, enfatiza, son mujeres y niños, quienes suelen ocuparse de las tareas domésticas como cocinar y recoger leña; son los que soportan la mayor carga de morbilidad por el uso de métodos y combustibles contaminantes en los hogares.
En marzo pasado, durante la segunda conferencia mundial de la OMS sobre la contaminación del aire, se acordó, con participantes de más de 100 países, establecer el objetivo común de reducir las repercusiones para la salud 50 por ciento de aquí a 2040, con el fin de salvar millones de vidas cada año. Además, entre los compromisos se propusieron nuevas políticas y promesas de financiación.
Sin embargo, el organismo multinacional llamó a la acción urgente al destacar que la contaminación del aire doméstico que se genera,al usar combustibles y tecnologías ineficientes y contaminantes dentro y alrededor de las viviendas, contiene numerosos contaminantes dañinos nocivos para la salud, entre ellos, partículas pequeñas que penetran profundamente en los pulmones y entran en el torrente circulatorio.
En las viviendas mal ventiladas, afirma, el humo interior puede tener niveles de partículas finas 100 veces superiores de lo aceptable. Las mujeres y los niños, que suelen pasar la mayor parte del tiempo dentro de las casas, son los que resultan más afectados.
Ante estos efectos, exhortó a la población a no usar queroseno ni carbón sin procesar. A los gobiernos, se les recomienda fortalecer el uso de métodos y combustibles menos contaminantes, como la energía solar y los hornos de biomasa que cumplen con las emisiones establecidas para el cuidado de la salud.