Viernes 1º de agosto de 2025, p. 24
Un ataque del grupo rebelde M23 en el este de República Democrática del Congo (RDC) a principios del mes pasado dejó 169 asesinados, en su mayoría agricultores, en uno de los incidentes más letales desde el resurgimiento del grupo respaldado por Ruanda, informó ayer un organismo de derechos humanos de la ONU.
El relato no fue reportado antes y surgió mientras el gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, presiona por la paz en la RDC y espera desbloquear miles de millones para inversiones en minerales.
Un activista local citó a testigos que describían a combatientes del M23 utilizando armas de fuego y machetes para matar a decenas de civiles. El líder del M23, Bertrand Bisimwa, aseguró a Reuters que investigaría, pero que esta información podría ser una campaña de desprestigio
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El M23 y el gobierno de RDC se comprometieron a trabajar por la paz antes del 18 de agosto, luego de que los rebeldes se apoderaron este año de más territorio que nunca, en combates que han causado miles de muertos y desplazado a cientos de miles.
Según las conclusiones de la Oficina Conjunta de Derechos Humanos de la ONU (UNJHRO), que supervisa el país, la operación del M23 que condujo a la matanza de los campesinos comenzó el 9 de julio en el territorio de Rutshuru, provincia de Kivu del Norte. Su objetivo eran presuntos miembros de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, grupo con base en la RDC que incluye restos del antiguo ejército ruandés y de las milicias que llevaron a cabo el genocidio de 1994, afirmó la UNJHRO. Civiles, principalmente agricultores viviendo temporalmente en sus campos para la temporada de arado, fueron atacados
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Las víctimas se encontraban lejos de cualquier apoyo o protección inmediata
, aseveró el organismo de la ONU, basándose en información fidedigna de varias fuentes independientes.