Chilpancingo, Gro., Miles de automovilistas y transportistas quedaron varados ayer a partir de las 6 de la mañana, debido a que cientos de habitantes de comunidades indígenas y afrodescendientes de los municipios de San Luis Acatlán y Marquelia, apoyados por contingentes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero–Emiliano Zapata (Cipog-EZ), y del Congreso Nacional Indígena (CNI), bloquearon la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, a la altura de la cabecera municipal de Marquelia.

Los pobladores exigieron a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a la gobernadora de Guerrero, la morenista Evelyn Salgado, atender sus demandas, principalmente ayuda para reconstruir y reparar 26 mil viviendas dañadas por el huracán Erick en junio pasado.

Los inconformes advirtieron que la movilización continuará hasta que se resuelvan sus peticiones, mientras tanto no habrá paso desde Marquelia, la Montaña Alta y Baja y todos los municipios de la Costa Chica hasta el puerto de Acapulco, y para los que se dirijan a Chilpancingo o a la Ciudad de México.

Vía telefónica Jesús Plácido, integrante del Cipog-EZ y del CNI, recordó que “la madrugada del 19 de junio tocó tierra el huracán Erick, con categoría 4, afectando localidades de los estados de Oaxaca y Guerrero, sobre todo en la Costa Chica; se calcula que más de 26 mil viviendas resultaron perjudicadas, sin techos ni paredes y sufrieron cuarteaduras, colchones y muebles destruidos; además de escuelas y hospitales sin maestros y médicos”.

Agregó que hay decenas de comunidades enteras sin energía eléctrica, agua potable, Internet ni teléfono, con caminos y carreteras bloqueadas, por lo que varios pueblos están incomunicados; así como pérdidas totales de cosechas de mango, papaya, plátano, maíz, coco, melón y sandía, y las familias quedaron endeudadas y sin sustento.

Lamentó que para las zonas turísticas sí hay recursos para reconstrucción, pero para los indígenas y afrodescendientes no. Al cierre de esta edición la protesta ya llevaba 14 horas.