Viernes 27 de junio de 2025, p. 8
La transmisión del VIH/sida en México aumentó 70 por ciento en la última década. Es una epidemia que se mantiene activa sobre todo entre los jóvenes de 20 a 29 años de edad, rango en el que se diagnosticaron 40 por ciento de los casos.
Aunque las estadísticas del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida) advierten que la infección está presente en los adolescentes desde los 15 años, representan 4.2 por ciento del total y prácticamente todos la adquirieron por vía sexual.
Lo que no ha variado en el tiempo es que 84 por ciento de los casos son hombres y la principal causa son las relaciones sexuales sin protección, principalmente en los grupos vulnerables, esto es, jóvenes, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadores sexuales, personas privadas de la libertad y migrantes.
El país tampoco ha logrado abatir la mortalidad, pues se ha mantenido constante, con una tasa de cuatro por cada 100 mil habitantes entre 2014 y 2024.
Otro dato que revela la problemática que representa el VIH/sida en México es que sólo la mitad de los diagnósticos se realiza en etapa temprana. El resto lo detecta en fases 2 (14 por ciento), 3 (21 por ciento) y 4 (13 por ciento). Esta situación explica, en parte, que los decesos no disminuyan.
Lo anterior, a pesar de que desde hace 20 años existe en el país el acceso universal y gratuito a los tratamientos antirretrovirales que controlan la infección y consiguen que las personas tengan una vida prácticamente igual a la del resto de la población.
De eso también dan cuenta las estadísticas. Al inicio de la epidemia, la mayoría de las personas con VIH/sida morían en poco tiempo y, generalmente, alrededor de los 40 años de edad. Ahora, de 171 mil 273 casos acumulados de 2014 a 2024, 92 por ciento están vivos, es decir 158 mil 44, y de éstos, 15 mil 683 (9.2 por ciento) tienen más de 50 años.
Sobre el tema, Luis Adrián Quiroz, coordinador de la organización civil Derechohabientes Viviendo con VIH/sida del IMSS, comentó sobre la importancia de la prevención, en particular de los nuevos métodos para lograr que las personas comprendan la importancia de tener relaciones sexuales con protección e incorporarse a un esquema de profilaxis prexposición, que consiste en llevar un tratamiento farmacológico que ha demostrado su eficacia para evitar la transmisión del virus que causa sida.