Sábado 21 de junio de 2025, p. 8
En el tercer aniversario del asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora Salazar, el doctor Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero) aseguró que el caso Cerocahui es una herida abierta que duele a la Compañía de Jesús y a la sociedad en general
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El también defensor de derechos humanos sostuvo que es un caso emblemático –en el que también fue asesinado el guía de turistas Pedro Palma–, porque revela bien las falencias de un sistema de justicia muy quebrado
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Aparte, Francisco Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, al encabezar una misa por un nuevo aniversario luctuoso de los jesuitas, dijo que el plomo cargado de corrupción no puede silenciarse. Mientras no podamos enterrar a todas las víctimas de esta sangrienta época que vivimos, no podemos establecer la paz
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En la Parroquia de la Sagrada Familia, llamó a rechazar los pseudotesoros de la calle
, pues afirmó que se ha roto el tejido social, y entre todos los tenemos que recomponer.
En tanto, ONU-DH en México reconoció la labor de la comunidad jesuita en la Sierra Tarahumara y reiteró su solidaridad con las familias de los religiosos y la Compañía de Jesús.
En la emisora IBERO-Radar 90.9, el rector recordó la visita que hizo a Cerocahui en 2024, la cual le permitió conocer a religiosas, sacerdotes y defensores de derechos humanos. Allí fue testigo de la falta de acceso a oportunidades
, la precariedad en la que viven los pueblos indígenas de la región y el profundo impacto
que tuvo este homicidio.
La Ibero expuso que los jesuitas fueron asesinados por un integrante del crimen organizado cuando defendieron a Pedro, quien buscó protección de una agresión en el altar de la iglesia de San Francisco Javier, en Cerocahui, Chihuahua
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