Sábado 21 de junio de 2025, p. 26
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) anunció la creación de la unidad central especializada para la identificación humana y búsqueda de familiares, la cual coordinará acciones para el reconocimiento de personas fallecidas y la localización de sus familiares con la finalidad de garantizar una entrega digna.
Durante la primera sesión ordinaria 2025 del Sistema de Búsqueda de Personas, Bertha Alcalde, titular de la dependencia, indicó que la creación de esta unidad es parte de los compromisos prioritarios de su gestión, con lo que el personal especializado tendrá acceso a bases de datos oficiales para realizar confrontaciones dactilares, genéticas y fotográficas que permitan identificar a los fallecidos.
Precisó que esta división –que centralizará la información de personas fenecidas no identificadas, así como de los cuerpos que no han sido reclamados por sus familiares, aunque ya se conozca su identidad– también forma parte de la estrategia de la Ciudad de México para la búsqueda y localización de personas 2025-2030.
En coordinación con el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (Incifo), del Tribunal Superior de Justicia local y el Instituto Nacional Electoral para el cruce de información, tendrá acceso a diferentes bases de datos y registros locales y nacionales, entre los que se encuentra el padrón electoral y el Sistema de Gestión e Información de Personas Extraviadas y Ausentes, además del Registro Nacional de Población.
Trato humano a restos
Por otra parte, los colectivos Hasta encontrarles en la Ciudad de México, Una luz en el camino, Mariposas Buscando Corazones y Justicia, así como familias independientes exigieron condiciones dignas para los trabajadores del Incifo, así como un trato respetuoso, profesional y no revictimizante para los cuerpos y fragmentos óseos.
Señalaron que es urgente que los procedimientos de ingreso, resguardo e identificación de restos se realicen de manera expedita, sin dilaciones injustificadas y con perspectiva de derechos humanos; demandaron que los cuerpos de las personas fallecidas no sean utilizados, prestados ni donados para ningún fin distinto a su plena y digna identificación, respetando su derecho a la verdad, la justicia y el trato humano
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