
Viernes 20 de junio de 2025, p. 8
Con el olor a flores perfumando el ambiente y la voz de las baladas de Edith Piaf de fondo, familiares, amigos y personajes de la comunidad cinematográfica despidieron a Carlos Bonfil, mientras montaban guardias de honor. Según su hermana Jaqueline Santana se fue con una maleta llena de sueños, incluso hizo un último brindis por la vida
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En la emotiva despedida del crítico cinematográfico de La Jornada por 35 años, no faltaron las anécdotas: hace dos meses me diseñó una bitácora de los sitios que tenía que visitar en París. Era un hombre muy culto, de trato muy terso y una voz aterciopelada
, mencionó su amigo Carlos Basave.
La directora del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Daniela Michel, no pudo cerrar las compuertas de sus ojos por el deceso de su amigo y colaborador; mencionó a este diario: tuve el privilegio de conocer a Carlos Bonfil en 1994, cuando Enrique Ortiga y yo iniciamos las Jornadas de Cortometraje Mexicano en la Cineteca Nacional. En ese momento, también conocí a otro gran amigo, Rafael Aviña. Ambos críticos, inmensamente reconocidos, nos apoyaron de manera muy generosa en nuestra misión de convocar a los jóvenes realizadores mexicanos. Cuando eventualmente las Jornadas dieron paso al FICM, Carlos formó parte esencial en nuestro comité de programación. Su erudición, su exquisita sensibilidad, su elegancia y su profesionalismo ejemplar lo convirtieron en una figura profundamente amada y respetada en el festival. Nunca olvidaré esa hermosa charla que moderó con Juliette Binoche, ni su asombroso conocimiento deDickens, un ídolo literario que Carlos y yo compartimos. Nos ha dejado un vacío inmenso, pero siempre vivirá en mi corazón como alguien cuyo incansable trabajo ayudó a establecer y consolidar el medio cinematográfico actual. México y el FICM le deben mucho al muy querido y admirado Carlos Bonfil
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Rafael Aviña, otro de los amigos entrañables de Bonfil dijo: Carlos tiene y tendrá un lugar preponderante dentro de la crítica y la cultura fílmica nacional. No sólo por su elegancia, sutileza y su estilo único. Se piensa que Carlos era un .crítico exquisito y si, lo era en efecto. Pero era alguien que amaba la experiencia fílmica no la padecía. Amaba con pasión las salas de cine y amaba las películas mexicanas. Contra lo que pudiera pensarse se sabía diálogos y recordaba situaciones del cine nacional más popular. Apoyó con fervor las carreras de jóvenes mexicanos contemporáneos que intentaban abrirse paso como Fernando Eimbcke, Roberto Fiesco, Julián Hernández, Lila Avilés, Everardo González y decenas más. Y sin temor, fue también crítico y observador con ellos. Fue un ser íntegro; nunca dejaré de quererlo y admirarlo y agradezco haber sido su amigo
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Antonia Rojas, subdirectora de Filmoteca de la UNAM, declaró: Carlos nos deja un gran legado con una gran obra
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En representación de la comunidad de la Cineteca Nacional su segundo hogar
, Alfredo del Valle, coordinador de Difusión del recinto de Xoco compartió: la Cineteca no será la misma sin Carlos Bonfil: Será raro no verlo por las salas, los pasillos, verlo participar en las charlas. Hay gente muy emblemática para la Cineteca, él será insustituible porque era el único que escribía de todas las películas de la Muestra Internacional y del Foro de la Cineteca, siempre estaba puntual en las funciones
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Jenaro Villamil, escritor, periodista y encargado del despacho del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, despidió a Carlos Bonfil: Perdimos al mejor crítico de cine en México y además un hombre que operó muchas cosas pero no se mostraba
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