Los pasados comicios locales en Veracruz representaron un reflejo del escenario actual de las distintas fuerzas políticas, al ser la primera contienda en la presente década en la que casi todos los partidos compitieron sin alianza, lo que contrasta con los procesos donde han centrado su fortaleza en las coaliciones.

Desde 2021, con la alianza Va por México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) se unieron con el ahora extinto de la Revolución Democrática, y replicaron su fórmula en la mayoría de procesos locales y federales siguientes.

El pasado 1º de junio, ambos tuvieron retrocesos en el número de votos al competir por separado en Veracruz y, en el caso del tricolor, en 109 municipios, casi la mitad del estado, obtuvo menos de 3 por ciento de las votaciones.

Las rupturas también cobraron factura a Morena, que sólo formalizó una coalición parcial con el Verde Ecologista de México (PVEM).

Tras la elección de 2021, el partido guinda gobierna en 67 alcaldías en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el PVEM, así como otras 20 que encabeza por cuenta propia.

En los comicios de hace una semana, ganó en 60 municipios con el Verde, y 11 más sin coalición.

Sobre la alianza opositora, hace tres años logró en conjunto 641 mil 194 sufragios en los comicios municipales, es decir, 213 mil 731 para cada uno de los tres partidos. La semana pasada, el tricolor tuvo 41 mil votos menos que en 2021, mientras el PAN registró 39 mil 600 menos.

El experto en derecho electoral Jacobo Domínguez Gudini señaló que los partidos de oposición que buscaban arrebatarle a Morena gobiernos municipales renunciaron a su competitividad al no ir juntos. Desde antes de los comicios, anticipó que la oposición se demuestra fragmentada e incompetente al contender por separado.

Fueron por separado, y ahí los tienes: pequeños, sin capacidad de ser contrapeso a esta ola guinda.