La Comisión Permanente cuenta con un nuevo reglamento, aprobado por el Senado y la Cámara de Diputados, con el que se pretende frenar los escándalos y confrontaciones en tribuna, en donde el debate ha dado paso a peleas verbales en las que abundan insultos, ofensas, y acusaciones de todo tipo desde que inició sesiones ese órgano del Congreso en mayo.

Para el grupo del PAN el nuevo reglamento de la Permanente es para censurar a la oposición, pero la morenista Verónica Camino Farjat y Jorge Carlos Ramírez Marín, del PVEM, respondieron en entrevistas por separado que la intención es únicamente normar la discusión, a fin de que haya un debate respetuoso.

El reglamento se aprobó en la sesión del pasado miércoles en la que el coordinador panista, Ricardo Anaya, sostuvo que desde la 4T hicieron mierda al Poder Judicial y siguió con ese lenguaje escatológico pese a los llamados al orden que se le hicieron desde la mesa directiva que encabeza Gerardo Fernández Noroña.

Del documento se eliminó la posibilidad de que el presidente de la mesa directiva apague el micrófono del orador en turno, después del tercer llamado de que ya concluyó su tiempo. La disposición se suprimió en la Cámara de Diputados y el Senado la aceptó.

Sin embargo, se permite que se le insista al orador que ya se pasó del tiempo reglamentario en tribuna hasta que concluya la intervención. Asimismo, se prohíben las injurias y salirse del tema a discusión, así como interrumpir a quien está en el uso de la palabra, que es una estrategia usada por los opositores.

No podemos permitir que la oposición, sobre todo el PAN y una de sus legisladoras ligada a una televisora, convierta en un circo las sesiones, comentó Camino Farjat. Recordó que en cada sesión ofende a los legisladores. Hijos de Victoriano Huerta los llamó el pasado miércoles e, invariablemente, los acusa de cobardes, narcos, al igual que al gobierno de Morena.

Su compañera de bancada, Lilia Margarita Valdez, agregó que es bochornoso el espectáculo que da el PAN en el Senado desde la legislatura pasada y que es hora de elevar el nivel del debate, aunque su respuesta es que los censuran.

Querer reglamentar nuestra conducta como legisladores no tiene nada que ver con la libertad de expresión, simplemente es una necesidad para garantizar que todos puedan ejercer su libertad, señaló el senador Ramírez Marín.

No hay ninguna intención de acallar a nadie, dijo. Cada quién podrá expresarse como quiera, es su responsabilidad y pedir un mínimo de decoro es solamente en función de la imagen que quisiéramos refleje la Comisión Permanente, recalcó.

El presidente de la mesa directiva, agregó, tiene la facultad de conducir la asamblea y hacer notar cuando alguien incurre en injurias o un lenguaje inapropiado, pero no significa que le impida que lo siga haciendo, cada quien será calificado por sus modos, maneras. El problema es cuando la violencia verbal empieza a llegar a los escaños y a plantarse en tribuna cuando otros hablan.