El cementerio estadunidense en Normandía, Francia

l 6 de junio se cumplieron 81 años del mundialmente conocido desembarco de Normandía; Robert Capa, leyenda fotográfica, cofundador de la más famosa agencia, Magnum, captaría las primeras instantáneas que dieron la vuelta al planeta.
Al noroeste de Francia, bordeada por el Canal de la Mancha, esa costa tiene amplias playas y algunos acantilados. En 1944 las fuerzas aliadas encabezadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá empezaron aquí el ataque para liberar a Europa.
Los nazis llamaron a esta región muro atlántico; se trataba de una fortificación militar que tenía el objetivo de contener una embestida aliada. La distancia que separa a Francia de Gran Bretaña es de sólo 160 kilómetros. La llamada Operación Overlord, conocida como el Día D, se preparó con un año de antelación.
Los aliados dieron nombres especiales a las regiones en este hexágono costero: las playas de Omaha, Utah, Gold, Sword y Juno pasaron a la historia. Caminar por aquí es conmovedor por la sangre derramada de muchos jóvenes. La escalada es apenas imaginable y algunas cifras ilustran su dimensión: a las 6:30 de la mañana desembarcaron 160 mil soldados por mar en 7 mil barcos, por aire llegarían 800 aviones con 23 mil paracaidistas cargando cada uno 30 kilos de armas y municiones. Las pérdidas humanas se cuentan por miles, sólo ese día fueron de 4 mil a 6 mil.
Los siguientes tres meses se libraron cruentas luchas contra las tropas alemanas en la región. Los cuerpos de bastantes soldados fueron repatriados a sus países de origen, pero muchos familiares decidieron que se quedaran donde murieron; las tumbas de miles están repartidas en varios cementerios militares, el mayor de ellos es el estadunidense, que alberga los restos de 9 mil 388.
En 70 hectáreas al pie de la playa Omaha y rodeada de árboles, arbustos y plantaciones de rosas, se encuentra un inmenso campo, uno de los lugares más solemnes y conmovedores relacionados con la Segunda Guerra Mundial. La entrada es un edificio que documenta el ataque de los aliados con placas informativas, videograbaciones y testimonios del heroísmo de los soldados; al atravesar un largo pasillo una voz reproduce los nombres de los caídos. Esta experiencia deja a muchos un momento de gran tristeza que viven con lágrimas en los ojos.
Sigue una enorme área con las tumbas alineadas perfectamente con cruces de mármol blanco que representan a las víctimas cristianas; para las judías se distinguen algunas con estrellas de David. Un jardín especial está dedicado a los desaparecidos, un muro con los nombres de mil 557 soldados cuyo cuerpo nunca fue encontrado; algunos son acompañados por una pequeña flor, que se pone cuando los restos son hallados.
El 6 de junio quedó marcado en el calendario de la Europa del siglo XX y XXI, aunque este año no se hicieron grandes festejos, comparados con 2024, cuando se conmemoraron 80 años del histórico suceso en el que Emmanuelle Macron fue anfitrión del acto al que acudieron veteranos sobrevivientes, el entonces presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el primer ministro de Gran Bretaña y Canadá, y el entonces canciller alemán Olaf Scholz.
Alia Lira Hartmann