Pobladores de Santa María Cahuacán, municipio de Nicolás Romero, estado de México, pidieron el apoyo de las autoridades estatales para erradicar la tala clandestina de sus bosques, los cuales dijeron son fundamentales para la recarga de mantos acuíferos y existencia de manantiales que dotan de agua potable a su comunidad.

La tala está acabando con nuestros bosques, expresó un lugareño en entrevista, y acusó que cada día ingresan camiones de carga custodiados por hombres armados a la zona forestal y amedrentan a los vecinos, quienes acostumbran subir a los cerros.

Afectados explicaron que la masa forestal de Nicolás Romero forma parte del Bosque de Agua del Valle de México, y las zonas dañadas son: La Cima, Cruz de la Mesa, El Venado, Barrancones, Izcua, Atascadero, entre otras, donde se observan superficies rapadas de pino, oyamel, encino y ocote.

Por lo anterior, solicitaron el apoyo de la gobernadora mexiquense Delfina Gómez Álvarez para que les ayude a proteger el bosque alimentador de ríos subterráneos y cuerpos de agua superficiales.

Denunciaron que por la presencia de talamontes ya casi no pueden subir con tranquilidad a bajar hongos, frutos del bosque, leña o a disfrutar de las tardes.

Señalaron que Protectora de Bosques (Probosque) conoce el problema, pero aquí se requiere del ingreso de fuerzas federales y que se erradique la presencia de los rapamontes y sus aserraderos, insistieron.

Antes de las lluvias, comentaron los vecinos, se padeció por el agua, porque los manantiales fueron dañados con la destrucción de los escurrimientos naturales del cerro. De las aguas superficiales dependen más de 15 mil personas de Santa María Cahuacán.

La masa forestal de Nicolás Romero forma parte de la reserva natural protegida decretada por la administración estatal en la Gaceta General de Gobierno del 8 de enero de 1980, y este año la Federación, junto con los gobiernos del estado de México y de Morelos, suscribieron un convenio el 7 de enero pasado para cuidar el Bosque de Agua.

En el reciente convenio se incluyen 250 mil hectáreas de bosques de 30 municipios (22 mexiquenses y ocho de Morelos), así como siete alcaldías de la Ciudad de México, que aportan 70 por ciento de recargas a los acuíferos del Valle de México, refieren datos del citado acuerdo.

En tanto, comuneros del poblado serrano Guadalupe Ocotán, municipio de La Yesca, Nayarit, bloquearon ayer la carretera que conduce a esa comunidad en protesta por la tala ilegal que se realiza en esa zona, colindante con el estado de Jalisco. El cerco inició a las 10 horas y al cierre de esta edición continuaba.

Vestidos con sus atuendos wixáricas, los manifestantes mostraron pancartas donde expusieron su denuncia y señalaron que se tala la sierra de forma inmoderada por parte de una empresa privada.

El bloqueo se ubicó a la altura del kilómetro 18, en el tramo que fue pavimentado por el gobierno federal hace algunos años.

Los inconformes demandaron una mayor vigilancia por parte de las autoridades federales, así como de la Guardia Nacional, para las áreas naturales, y se castigue a la factoría que realiza la tala ilegal en Guadalupe Ocotán.