Las lecciones de arte consta de obras del pintor italiano, quien dio cátedra de paisaje en la Academia // José María Velasco y Luis Coto fueron sus discípulos

Sábado 7 de junio de 2025, p. 3
Eugenio Landesio vuelve a enseñar paisaje en el Museo Nacional de San Carlos, en la exposición Las lecciones de arte, inaugurada el jueves pasado. La muestra reúne obras de 25 colecciones públicas y privadas, entre óleos, dibujos, grabados y libros del artista italiano, sus influencias europeas y sus discípulos.
Aunque no es la primera vez que Landesio protagoniza una exhibición de arte, sí se trata de una de las lecturas más ambiciosas de este personaje
, señaló Luis Alberto Gómez Mata, curador de la exposición. Por primera vez se ponen en diálogo piezas de acervos públicos y privados que permite comprender la complejidad del artista
.
Eugenio Landesio (1810–1879) fue un pintor, grabador y teórico italiano que llegó a México en 1855 para impartir cátedra de paisaje en la Academia de San Carlos. Ahí formó a figuras claves, como José María Velasco y Luis Coto. Pero más aún, revolucionó la pintura paisajística en el país.
Tras una línea del tiempo y autorretratos, el apartado Enseñanza del paisaje en la Academia de San Carlos presenta obras del italiano rodeadas por otras de la autoría de Karoly Markó y Giovanni Bronca, sus principales influencias. Destacan La curación de un endemoniado (Markó,1856) y La transgresión de la ley (Markó,1854), montadas una frente a la otra, en un juego de espejos de pared a pared.
Sobresale también Paisaje de Segovia con la iglesia Templaria de la Santa Cruz (Bronca, 1855) y El Salvador y la Samaritana (1855), una réplica de Josefa Sanromán Castillo basada en la obra original de Markó, quien fue la primera opción para ser profesor de pintura de paisaje a la Academia de San Carlos, pero, al rechazar el ofrecimiento, recomendó a su discípulo Landesio.
Además de Markó, Landesio tuvo otras influencias, como la de Giovanni Bronca, su contemporáneo, quien sin duda imprimió un fuerte influjo en su forma de pintar
, señaló el curador.
También destacó la obra de Sanromán Castillo, a la que calificó de pintura estrella de la exposición
. Recordó que una de las formas de aprender en la época era a través de la copia: Ella reproduce esta pintura, y gracias a ese ejercicio hoy tenemos idea de cómo era esta obra, que está en una colección europea. Por Sanromán podemos disfrutarla en colecciones mexicanas
.
Es de relevancia el óleo Vista de Roma tomada de la Villa Freborn, por la vía Cassia (1853), escena campestre donde un grupo de mujeres baila una danza tradicional, con Roma al fondo. Es esta tradición de pintar escenas campiranas, con vistas de paisaje y realismo exacerbado de la naturaleza. Esto es casi una fotografía, por su nivel de detalle
, comentó el curador.
Desde niño, Landesio fue gran amante de la naturaleza, lo sabemos porque en su autobiografía contó que desde los 6 años le gustaba salir al campo, agarrar hojas, troncos, y dibujarlos
, añadió. Si bien se formó en los círculos romanos, también tuvo gran cercanía con los pintores alemanes, cuya principal característica era el rigor científico al representar la naturaleza.
Gómez Mata resaltó que Landesio concentra en su estilo toda la tradición de pintura de paisaje europeo, que venía de Italia, Francia y Alemania
.
La muestra avanza con piezas de una colección de 34 litografías sobre plantas, donde el italiano demuestra su trabajo con la botánica. En estas láminas representó una planta, una hierba, un árbol o un arbusto con gran rigor científico y valor simbólico propio
.
Obra literaria
La herencia artística y metodológica de Landesio a sus discípulos se manifiesta en un muro que reúne las obras del italiano: San Pablo y San Antonio Abad, primeros ermitaños (1844) y San Juan en la Isla de Patmos (1844), con una copia que hizo Luis Coto de ellas.
Landesio viajó de Italia con estos lienzos, se exhibieron desde su llegada a México y sirvieron de modelo para que sus alumnos copiaran. Hoy son testimonio de enseñanza
, comentó el curador.
En el apartado Localidades y episodios del paisaje mexicano se exhiben tres libros de su autoría: Cimientos del artista, dibujante y pintor: Compendio de perspectiva lineal y área, sombras, espejos y refracción con las nociones necesarias de geometría (1866); Pintura general o paisaje y perspectiva en la Academia de San Carlos (1867), y Excursión a la caverna de Cacahuamilpa y Ascensión al cráter del Popocatépetl (1868).
Es una fortuna tener escritos sus pensamientos e ideas en torno al arte. Él publicó tres libros que quería que fueran leídos por sus alumnos para que aprendieran a hacer paisajes. Ahí dejó claro que la pintura de paisaje debía dividirse en dos grandes líneas: las localidades y los episodios.
Aquí destacan piezas como Vista de la Hacienda de Matlala (1857), Hacienda de Colón (1858), Antesacristía del convento de San Francisco (1855) y El Valle de México desde el cerro de Tenayo (1870), del italiano.
“Landesio llamó a la pintura de paisaje ‘pintura general’: significa algo que abarca mucho, era el género de géneros. Dentro de sus paisajes encontramos retrato, pintura de historia y escenas de animales”, explicó Gómez Mata.
La muestra concluye con obra de sus discípulos: El valle de México desde el cerro de Santa Isabel (1882) y El árbol de la Noche Triste (1885), de José María Velasco, y Ahuehuetes (1858) y La fundación de Tenochtitlan, de Luis Coto.
El público podrá disfrutar también de un audiovisual con tres pinturas de Landesio animadas de forma digital y de un espacio que enfatiza el conocimiento de geometría que aplicaba en sus composiciones, además de una serie de actividades programas los fines de semana.
Eugenio Landesio, las lecciones del arte, en el Museo Nacional de San Carlos (avenida México-Tenochtitlan 50, Tabacalera), dialoga con José María Velasco: A View of Mexico, abierta desde marzo en la Galería Nacional de Londres, con 17 obras del alumno de Landesio.