El multimillonario mexicano Carlos Slim es ya el socio privado más importante de Petróleos Mexicanos (Pemex), luego de haber desembolsado 2 mil millones de dólares, en un contexto en que el gobierno mexicano fomenta que actores privados se asocien con la petrolera en acuerdos minoritarios, señala Bloomberg.

La agencia apunta que Slim adquirió una participación en Talos Energy; posteriormente, en 2023, compró dos yacimientos petroleros por 530 millones de dólares y, después, puso en marcha un plan por mil 200 millones de dólares para explotar un yacimiento de gas en el Golfo de México.

La adquisición de 80 por ciento en Talos Energy le permitió a Slim hacerse con una participación en el yacimiento Zama en las costas de Tabasco; está previsto que este yacimiento represente 10 por ciento de la producción petrolera de México.

Luego mediante la compra de PetroBal en 2023 se adjudicó los derechos de dos yacimientos petrolíferos frente a la costa de Campeche, de los que se espera una producción de 40 mil barriles diarios para el próximo año y el doble en el futuro.

Además se asoció con Pemex para explotar el proyecto de gas en aguas profundas de Lakach, a 90 kilómetros del puerto de Veracruz.

Sin embargo, señala la agencia, incluso con el apoyo de Slim, podrían pasar años antes de que se exploten los yacimientos de Zama y Lakach.

Asociarse con Pemex es una pesadilla para cualquiera en este momento, a menos que haya algún tipo de garantía gubernamental de que todo va a salir bien, comentó Alejandro Schtulmann, presidente de Emerging Markets Political Risk Analysis, una consultora especializada en América Latina. Sin embargo, Slim ha decidido que, si va a entrar en este negocio, lo va a hacer bien y tratará de construir algo grande.