La criminóloga Lucía Núñez coordina un seminario dedicado a la activista estadunidense

Martes 3 de junio de 2025, p. 5
La lectura de Angela Davis (Alabama, 1944), académica y activista afroestadunidense, es importante porque mucho de su pensamiento y sus acciones sirven para reflexionar en los países latinoamericanos desde una perspectiva antirracista, crítica y no sólo en términos de un feminismo alejado de otra serie de opresiones, como la clase, la raza y la sexualidad, opina la investigadora y criminóloga Lucía Núñez.
El Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) convocó por quinto año al Seminario Angela Davis con el propósito de debatir sobre los caminos del pensamiento a partir de tres ejes de análisis: feminismo anticarcelario; género y sexualidad, y raza, clase y pigmentocracia.
Ella siempre nos da pistas y luces para no ser sectarias como feministas, sino pensar que hay varios frentes para abrir el sujeto político. El feminismo no sólo es una idea de mujer, sino también de posicionar una lucha que tiene que ser amplia, antisexista, antirracista y anticapitalista.
Una experiencia de lucha
Lucía Núñez, coordinadora del seminario junto con Chloé Constant, apunta: retomamos el pensamiento de Angela Davis, aunque sea estadunidense de ascendencia africana, porque ha tenido una experiencia en la lucha teórica como académica y como activista práctica
.
Entonces, menciona, una feminista negra también nos permite hacer posturas críticas frente a los aparatos represivos
. Ha sido muy importante en los contextos de violencia de género pensar en los métodos de control social que ofrece el Estado y cuestionarlos, saber si la cárcel y la militarización tienen un doble filo en países latinoamericanos.
Davis militó en el Partido Comunista, y se mantuvo muy cercana a las Panteras Negras, aunque no perteneció al colectivo, y aprendió mucho. Todo eso, junto con sus experiencias teóricas, las represiones que vivió por ser una mujer negra de izquierda, vemos que en momentos difíciles hizo grandes alianzas entre sectores desfavorecidos
.
A 40 años del libro Mujeres, raza y clase (1981) nos sigue dejando mucho que pensar; además, plantea sus posturas no desde una política de la identidad, que podríamos decir como si las mujeres fuéramos un grupo unitario y homogéneo. Dependiendo de la situación política, cultural y económica, nuestras necesidades y experiencias son otras. Eso nos hace mucha falta en Latinoamérica y en el feminismo”.
El seminario Lecturas sobre el pensamiento de Angela Davis lanzó su quinta convocatoria (cerró el 23 de mayo pasado). Este año se recibieron más de 300 solicitudes para esta iniciativa gratuita, la cual tiene un cupo para 30 personas.
Ha sido muy difícil
; sin embargo no es una cuestión elitista. Quisiéramos abrir un seminario para todas, pero no se puede reflexionar en grandes grupos
. Las participantes hacemos una lectura y empezamos a discutir con preguntas detonadoras sobre lo que nos pasa en México, en Latinoamérica y sobre lo que vivía Angela, las problemáticas y las apuestas a las que se enfrentaba en su lucha
.
El seminario tiene un formato híbrido por la participación desde países como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Quienes están en la Ciudad de México se trasladan a la Torre II de Humanidades en Ciudad Universitaria, donde se hacen las sesiones, y las demás se conectan vía remota. Las actividades comenzarán el 26 de agosto y concluirán el 21 de octubre.
Durante esos días, como ha ocurrido por cinco años, se opina sobre los problemas que nos unen, que nos hacen semejantes y diferentes. Pero hay una cuestión que, como latinoamericanas y como países colonizados, pues sí encontramos y vemos coincidencias en varios de nuestros problemas, de nuestras problemáticas de mujer, pero también de personas de la diversidad sexual
.