El cerro de la Estrella será sometido a un plan integral de restauración ecológica en el que se prevé derribar mil árboles muertos en pie que representan un riesgo para los visitantes y así evitar que sirvan de combustible en incendios.

El proyecto, que incluye cuatro estrategias claves, fue presentado de manera conjunta por la Secretaría de Medio Ambiente local y la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, quien explicó que el arbolado que será removido fue seleccionado a partir de un dictamen y evaluación basados en criterios técnicos, ecológicos y comunitarios.

Hablar de retiro de arbolado puede generar inquietud, especialmente al tratarse de más de mil árboles. Es natural sentir preocupación por nuestros espacios verdes, pero cada decisión busca proteger el ecosistema a largo plazo y dar paso a su regeneración.

Aseguró que posteriormente se dará paso a un ambicioso plan de reforestación con unos 16 mil árboles y plantas nativas como huizache, cazahuate y palo dulce, adaptados a las condiciones del suelo, el clima y la biodiversidad de esta área natural protegida, zona ecológica y cultural.

Otro de los ejes es la conservación de suelo y agua, por lo que con la madera extraída se trabajará en la conservación y retención de humedad, además de cerrar senderos no autorizados para reducir la erosión provocada por los más de 2 mil visitantes diarios.

Por último, con educación ambiental fortalecerán las actividades en El Campamento, área recuperada en 2020 que funge como centro de talleres, festivales y voluntariados, con la participación activa de la Dirección Ejecutiva de Desarrollo Sustentable de la alcaldía.

El biólogo César Sánchez Ibarra, titular de la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental comentó: No hay precedente de tanta inversión y jornadas para la restauración, rehabilitación y retiro de arbolado. Este parque nacional, uno de los primeros decretados en el país por el presidente Lázaro Cárdenas, representa un legado que debemos proteger.

Las labores estarán respaldadas por todas las direcciones territoriales, la de Áreas Verdes, Protección Civil, al tiempo que tendrá supervisión constante de la Dirección Ejecutiva de Desarrollo Sustentable. Asimismo, 50 facilitadores del bienestar, brigadas territoriales y equipos técnicos trabajarán intensamente durante tres meses mediante la vigilancia biológica del área con el fin de fortalecer el valor ecológico y cultural del cerro de la Estrella.