ada vez resulta más difícil entender la forma en que buena parte de la sociedad estadunidense ha sido capaz de ignorar o disimular la escandalosa conducta de su presidente, quien sin ningún rubor ha usado la primera magistratura de Estados Unidos para realizar operaciones comerciales y financieras en las que evidentemente hay un conflicto de intereses.
La lista de quienes se han enriquecido mediante el uso y abuso del poder presidencial es larga. Entre ellos, su familia, algunos miembros de su gabinete y quienes desinteresadamente
donaron millones de dólares en su campaña por la presidencia. La pasión de Trump por la riqueza es conocida, pero la forma en que ha perfeccionado los mecanismos para lograrlo sonrojaría a los mismísimos personajes de las novelas de Mario Puzo. Diversas investigaciones por parte de organizaciones independientes y universidades dan cuenta de las formas en que se usa el poder para acumular riqueza, violando las normas éticas más elementales.
Open Secrets es una de las organizaciones que da seguimiento a los diferentes rubros del gasto del gobierno. Uno de ellos es la construcción y mantenimiento del sistema federal de prisiones. Con motivo de la cruzada ordenada por el presidente para apresar a diestra y siniestra a supuestos delincuentes indocumentados, la demanda de prisiones para alojarlos se ha multiplicado.
De acuerdo con la página Open Secrets, las compañías privadas más importantes en la construcción, mantenimiento y servicios de las prisiones son GEO y CoreCivics, cuyo valor en conjunto es de 6.2 billones de dólares. El 43 por ciento de sus ingresos proviene de los contratos con las agencias gubernamentales responsables de ejecutar la política migratoria.
Un dato revelador es que al día siguiente en que Trump tomó posesión como presidente, el valor de las acciones de una de ellas subió 43 por ciento y de la otra 29 por ciento. Los dueños de ambas empresas coincidieron en anunciar que se abría una oportunidad sin precedentes
en sus actividades.
La información en la página de Open Secrets toca varios rubros sobre la forma y montos de los fondos que se destinaron a influir en los congresistas. Su destino principal fue para apoyar la campaña de relección de Trump y de legisladores republicanos. En el portal, también se da cuenta de la relación que varios de los funcionarios del gobierno actual han tenido con las empresas ligadas a influir ( lobby) en las decisiones de diversos legisladores. El reporte de Open Secrets es largo y detallado y en algunos renglones especifica las compañías que han contribuido a dichas campañas.
Siguiendo la tónica del enriquecimiento mediante el uso del poder, la semana pasada apareció una nota de la AP dando cuenta de la insólita forma en que el magnate se ha aventurado en el mundo virtual de las criptomonedas: “En una lujosa cena que Donald Trump ofreció a prominentes personajes del mundo financiero, el presidente expuso su proyecto para promover el uso de la moneda virtual ‘cryptocurrency’”.
La familia Trump es dueña de una de las corporaciones que recientemente ha multiplicado su presencia en ese mercado gracias a la promoción que personalmente ha realizado el mandatario. En esta ocasión, Trump no reparó en usar el podio de la presidencia para invitar a los asistentes a la adquisición de millones de dólares en criptomonedas en beneficio de su empresa familiar. No está demás recordar que: “En 2020 la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (Federal Trade Commission) advirtió a los consumidores sobre el peligro de usar monedas virtuales (cryptocurrency) debido a la gran posibilidad de que se cometieran fraudes ( scams) con ese tipo de moneda.
El hecho es que muchos no hicieron caso, y años después miles de personas fueron defraudadas al no encontrar el respaldo a los millones de dólares invertidos en una compañía similar. Es una barbaridad que el presidente de una nación promueva ahora su uso con fines de lucro, pero aún más es una aberración que el Congreso, o para ser más exactos los legisladores republicanos en la Cámara de Representantes, volteen la cara y encubran lo que posiblemente se convierta en otro gran fraude.
Los casos descritos y muchos otros más son la razón por la que se ha juzgado al gobierno actual como una gran oligarquía depredadora. Con qué cara pueden juzgar a otras naciones de corruptas.