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Tu colonia

Lugar de leyendas, personajes famosos y héroes

Lleno de monumentos, San Ángel es visita obligada para los turistas

Su origen se remonta a casi 500 años, donde las calles empedradas son la principal característica

 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de mayo de 2025, p. 25

La colonia San Ángel, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón, comenzó a formarse hace más de 490 años; en sus orígenes, fue un asentamiento indígena llamado Tenanitla. Actualmente, su centro histórico resguarda más de 80 monumentos catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, comenta Fátima Cabañas, representante vecinal para quien el principal interés de los residentes es la conservación, restauración y cuidado de la zona habitacional y del patrimonio cultural.

Al norte colinda con las colonias Campestre y Guadalupe Inn, además del pueblo de Tlacopac; al sur, con Tizapán de San Ángel, Loreto y la Otra Banda; al este, con Chimalistac, Hacienda de Guadalupe Chimalistac y Agrícola; al oeste, con Tlacopac, San Ángel Inn y Progreso Tizapán.

En un recorrido por algunas de sus calles en las 112 hectáreas de superficie, que tienen declaratoria de zona de monumentos históricos desde 1986, es común encontrar turistas nacionales y extranjeros que simplemente caminan por el empedrado, visitan alguno de los museos o adquieren artesanías en el mercado al aire libre de los sábados, entre las que se encuentran las figuras de palma que elaboran las manos de Juan, proveniente de la sierra de Oaxaca.

Se trata de uno de los mercados más importantes de la demarcación conocido a nivel internacional, que se instaló con la consigna de promover y apoyar a los artesanos y evitar la venta de productos originarios de China.

Cuenta con declaratoria de Patrimonio Cultural Tangible e Intangible de la Ciudad de México desde 2010 y en la mayoría de las calles en las que se hallan monumentos, parroquias y recintos tiene particularidades, como la placa colocada en la calle San Jacinto dedicada a los soldados irlandeses del heroico Batallón de San Patricio. Mártires que dieron su vida por la causa de México durante la injusta invasión Norteamérica de 1847, y que fueron fusilados en ese sitio.

San Ángel debe su nombre al Colegio de San Ángel Mártir, que fundó la orden religiosa de los carmelitas descalzos, que actualmente alberga la iglesia y el Museo de El Carmen, comenta la representante vecinal al citar el libro Arquitectura religiosa de la Ciudad de México.

Foto
▲ Campos de magueyes y milpas en las colinas de San Ángel, alrededor de 1937, seguida por lo que fue la calzada San Ángel (actualmente un tramo de la avenida Revolución), en 1913 y una vitrina del Museo de El Carmen. Abajo, la fachada del Centro Cultural San Ángel el corredor culinario de la Plaza San Jacinto, donde también se venden artesanías, y una de las decenas de calles empedradas de esa colonia.Foto tomadas de redes sociales y María Luisa Severiano

En el ex convento aún se conservan los ganchos de hierro en forma de S, conocidos como garabatos, que se colocaban en vigas de madera empotradas en las paredes donde las religiosas colgaban la carne y los alimentos para que se secaran y conservaran. Por eso se dice un ojo al gato y otro al garabato, para que el gato no se subiera a comer la carne que colgaba del garabato.

Además, en la zona de la huerta hace más de 410 años se juntaban los pobladores de diversas regiones para realizar trueques, lo que hace que San Ángel sea uno de los testimonios más importantes y mejor conservados del patrimonio urbano de la Ciudad de México que ha perdurado durante casi cinco siglos, asegura Cabañas.

También alberga el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, “cuya leyenda refiere que sirvió de guarida al famoso bandido Jesús Arriaga, conocido como Chucho El Roto”, así como el Museo Casa del Risco, del siglo XVII, que durante el gobierno de Antonio López de Santa Anna se convirtió en cuartel, luego formó parte de un hospital que sirvió al batallón de San Patricio y aún prevalece la fuente adornada con tableros de azulejos, recipientes de porcelana y loza china, en su mayoría, con figuras de peces y sirenas, y concha nácar. La casona fue adquirida en 1933 por el diplomático y ex gobernador del estado de México, Isidro Fabela Alfaro, quien la donó al pueblo de México en 1958.

Frida Kahlo, Gabilondo Soler Cri-Cri, José Luis Cuevas, Juan O’Gorman, Manuel Gómez Morín y José Luis Cuevas fueron algunos residentes de San Ángel.

Cabañas insiste en que nuestra lucha como vecinos es conservar, mantener, pero no cambiar a San Ángel, pues en los recientes años ha enfrentado la voracidad de los desarrolladores, ligada a la inacción de las autoridades, por lo que expresó tajante: no necesitamos antros.