Sábado 24 de mayo de 2025, p. 2
El artista brasileño Sebastião Salgado visitó México en febrero pasado para presentar su exposición Amazônia en el Museo Nacional de Antropología, que reunió más de 200 imágenes y proyecciones sobre la selva tropical más grande del mundo.
La vida me ha dado gran placer: he visto cosas colosales
, afirmó el fotógrafo a La Jornada en una extensa entrevista a propósito de la muestra, visitada por poco más de 170 mil personas en sus tres meses de estancia, hasta este 4 de mayo.
En esa charla, admitió, sin embargo, que también había atestiguado y capturado con su cámara algunos de los pasajes más dolorosos y cruentos de la humanidad en el pasado medio siglo, como guerras, genocidios, desplazamientos humanos, hambrunas y la irracional sobrexplotación del sistema capitalista.
He visto de todo. He visto cosas terribles en Ruanda, también en la ex Yugoslavia; salí enfermo de ello, mal física y sicológicamente, y abandoné la fotografía, no quería fotografiar nunca más. Tenía vergüenza de ser parte de la especie humana, porque nunca vi una especie tan violenta
, refirió.
Volví a Brasil. En el momento en que mi papá y mi mamá envejecieron, nos dieron la hacienda donde nací y crecí, y me transformé en trabajador de la tierra. Planté hierba para el ganado hasta el momento en que vi que no era yo persona de campo, como tampoco mi mujer, y ella tuvo la idea de plantar una floresta.
Tal decisión se materializó en la fundación en 1998 del Instituto Terra, mediante el cual han logrado plantar a la fecha más de 3 millones de árboles.
Hemos hecho una floresta maravillosa
, exclamó en dicha plática. Ante el éxito de esa iniciativa, decidió retomar la fotografía y desarrollar el proyecto Génesis, para rendir homenaje gráfico a la vida natural del mundo”.
Actualmente en la ciudad Deauville, en el norte de Francia, se exhibe una muestra de Salgado que reúne cerca de 400 obras.