
Domingo 18 de mayo de 2025, p. 14
Luego de los niveles récord reportados en 2024, en el primer trimestre de 2025 las importaciones de México desde China registraron un crecimiento marginal, en un contexto en el que Estados Unidos, nuestro principal socio y la mayor potencia económica del mundo presiona con una política comercial más dura, que incluye sacar al gigante asiático de la cadena de suministros de América del Norte.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), durante los primeros tres meses de este año México importó mercancías desde China por un valor de 30 mil 351 millones de dólares, lo que implicó un crecimiento de apenas uno por ciento frente a los 30 mil 23 millones de dólares del año pasado.
Lo anterior contrasta con el crecimiento de 13.66 por ciento que se registró en todo 2024, al ubicarse en 129 mil 794 millones de dólares, una cifra sin precedente para un año desde que existen registros, es decir, 1994.
Pese a este estancamiento, China se mantiene como el segundo mayor proveedor de México, sólo por debajo de Estados Unidos, desde donde se importaron mercancías por un valor de 59 mil 550 millones de dólares.
Además, las importaciones chinas representan casi la mitad de las compras que México hace a toda Asia, que en el primer trimestre ascendieron a 62 mil 177 millones de dólares, un crecimiento de 9.8 por ciento frente a los 56 mil 627 millones de dólares reportados en el mismo periodo del año pasado.
Las importaciones desde Asia se han visto impulsadas por otros países, como por ejemplo: Taiwán, cuyo nivel cerró el primer trimestre de 2025 en 5 mil 28 millones de dólares, un aumento de 37.9 por ciento desde los 3 mil 645 millones de igual periodo del año pasado; o bien, por las Malasia, que ha pasado de 2 mil 656 millones a 3 mil 470 millones de dólares, es decir, un alza anual de 30.6 por ciento.
Otros países asiáticos con importantes incrementos en las importaciones mexicanas son Singapur, con un alza anual de 24.1 por ciento; seguido por Tailandia, con 16.3 por ciento; Israel, 15; India, 9.6, e Indonesia, 6.7 por ciento, entre otros. El único país que registró una contracción fue Hong Kong, con 29.5 por ciento.
Sustitución de importaciones
El estancamiento de las importaciones desde China se da en un momento en que el gobierno mexicano ha expresado públicamente, en varias ocasiones, la necesidad de sustituir las importaciones del gigante asiático por contenido regional, lo cual será clave en la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá, que se estima comience en la segunda mitad de este año.
En noviembre pasado, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, informó que México propondría a Estados Unidos un plan B para fortalecer la productividad de América del Norte y reducir la dependencia de partes y componentes chinos.
Lo anterior, luego de que el entonces candidato electo de EU, Donald Trump y algunos legisladores de ese país, expresaran reiteradamente preocupaciones sobre la posibilidad de que China utilice a México como plataforma para eludir aranceles estadunidenses sobre bienes procedentes de esa nación, o bien, invertir en el sector manufacturero mexicano.
El miércoles pasado se llevó a cabo en la Secretaría de Economía el encuentro B2B Conectando la Industria Textil Mexicana con el Mundo
, donde se reunieron más de 200 empresas tanto nacionales como internacionales, con el objetivo, según las propias palabras de Ebrard, de llegar a acuerdos para elevar el contenido nacional y así poder sustituir las importaciones asiáticas.
Atascos
Las reservas de buques portacontenedores para el transporte de mercancías de China a Estados Unidos se han disparado desde que los países declararon una tregua de 90 días en los aranceles punitivos el pasado fin de semana, señalaron operadores, generando atascos en puertos chinos y fábricas que podrían tardar semanas en solucionarse.
Los importadores estadunidenses, desde zapatillas de deporte y sofás hasta suministros para la construcción y piezas de automóviles, se apresuran a introducir sus mercancías antes de que se cumpla el plazo para restablecer los aranceles, preparando el escenario para perturbaciones que recuerdan el atolladero del transporte mundial durante la pandemia de covid-19.