Domingo 18 de mayo de 2025, p. 3
La comida es más que necesidad, placer y acto cotidiano: es un ritual de identidad, un puente entre territorios y cuerpos, un archivo de memorias y saberes y, en no pocas ocasiones, un acto político.
Tal es la premisa de Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas, exposición que desde ayer y hasta el 14 de septiembre se alojará en Casa del Lago (primera sección del Bosque de Chapultepec).
La muestra, a cargo de Beto Díaz y Dea López, curador de la Colección FEMSA y curadora invitada, reúne 42 obras de 37 artistas nacionales e internacionales que exploran el alimento como fenómeno cultural complejo.
Desde una instalación contemporánea que germinará durante los meses de exhibición, de Miguel Cinta Robles, hasta piezas históricas de Remedios Varo, Manuel Álvarez Bravo, Ana Mendieta y Gabriel Figueroa, esta propuesta multidisciplinaria desafía la mirada pasiva, ya que aquí el arte se cocina, se pudre, se comparte y se transforma.
También hay un par de obras con referencias al arte mesoamericano: una gelatina que reproduce un fragmento de la Piedra del Sol, de Gabriel Lengeling, y un expendedor de dulces, botanas y refrescos con réplicas de figurillas prehispánicas en barro, de Enrique Argote.
Producto de la colaboración entre la Colección FEMSA y Casa del Lago, la muestra llega a la capital del país tras su exhibición en el 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC) de 2023, donde se alojó en el Museo Casa Diego Rivera.
Para esta ocasión fue adaptada no sólo con la inclusión de otras obras, sino en términos conceptuales, al abordar lo relacionado con las formas de comer, a diferencia de la versión en Guanajuato, donde se privilegió a la cocina como el sitio donde se preparan los alimentos. Nos concentramos en la boca como umbral por el cual conocemos el mundo
, precisó Díaz en conferencia.
Conocer el mundo con la boca… reúne obras de la Colección FEMSA con creaciones recientes de artistas contemporáneo. Creada hace 48 años, la colección tiene como misión ser un espacio de conexión, diálogo y reflexión entre personas, ideas y comunidades a través del arte
, resaltó Laura Pacheco, gerente de ese acervo artístico y la Bienal FEMSA.
Nos atrajo poner en la mesa este diálogo para abrir conversación respecto del alimento, desde sus vínculos con el cuerpo y el paisaje, para explorarlo como acto de identidad y transmisión de saberes.
Según Dea López, quien también es cocinera, la comida abre mundos y, a través de la boca, es posible explorarlos.
Pintura, dibujo, escultura, fotografía, instalación, arte objeto y video forman el espectro de esta muestra que reúne el quehacer de artistas como Francis Alÿs, Nacho López, Polvo de Gallina Negra (Mónica Mayer y Maris Bustamante), Thomas Glassford, Yunuen Díaz y Aristeo Jiménez.