Washington. Ras Baraka, el alcalde demócrata de Newark, una importante ciudad cerca de Nueva York, que protestó contra un megacentro de detención de migrantes que promovió el presidente Donald Trump, fue arrestado ayer por intrusión en el lugar anunció ayer la fiscal de Nueva Jersey, en momentos en que el magnate firmó una orden ejecutiva para lanzar el primer programa de autodeportación y amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados en Estados Unidos.

Ras Baraka incurrió en allanamiento de morada y ha sido puesto bajo custodia, añadió en X la fiscal Alina Habba, quien fue abogada personal del magnate. Baraka ignoró múltiples advertencias de los servicios del Departamento de Seguridad Interior para que se retirara del centro de detención de la Agencia federal de Control de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) en Newark, Nueva Jersey, afirmó la fiscal.

Optó voluntariamente por ignorar la ley. Eso no se tolerará en este estado, subrayó Habba. Imágenes de medios estadunidenses mostraron al edil caminando esposado por detrás, rodeado de agentes.

Baraka, fuerte crítico de la política migratoria de Trump, se opone a la instalación de este centro en Nueva Jersey, un estado obrero en las afueras de la ciudad de Nueva York, que cuenta con importantes comunidades hispanas y afroestadunidenses. Esta semana, el alcalde acudió varias veces a las instalaciones del Delaney Hall. Baraka fue liberado a las 8 de la noche, hora loca. En febrero, los servicios de ICE adjudicaron un contrato de mil millones de dólares por 15 años a una empresa para transformarlo en un centro de detención con capacidad para mil camas, y cerca del aeropuerto de Newark para facilitar las expulsiones.

Vuelo gratis si se autodeportan

Trump advirtió ayer que quienes permanezcan de forma irregular en el país enfrentarán la confiscación de todos sus bienes, penas en prisión, embargo de salarios e incluso sanciones económicas. A todos lo migrantes irregulares: Reserven su vuelo gratis ahora mismo, queremos que salgan de nuestro país. Si son buenos, los ayudaremos a regresar, ahondó el magnate.

A su vez, la administración Trump dará la bienvenida a más de dos docenas de sudafricanos blancos a Estados Unidos en calidad de refugiados la próxima semana, un movimiento inusual porque anteriormente suspendió la mayoría de las operaciones de reasentamiento de refugiados, indicaron funcionarios y diversos documentos.

Los primeros refugiados afrikáneres llegarán el lunes al aeropuerto Internacional Dulles, cerca de Washington, según un documento que obtuvo The Associated Press. Se prevé que sean recibidos por una delegación gubernamental que incluye al subsecretario de Estado y funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), quienes organizaron su acogida bajo la coordinación de su Oficina de Reasentamiento de Refugiados.

El vuelo será el primero de varios en un esfuerzo de reubicación a una escala mucho mayor, confirmó a periodistas el subjefe de despacho de la Casa Blanca, Stephen Miller.

Lo que está sucediendo en Su-dáfrica encaja con la definición de libro de texto de por qué se creó el programa de refugiados. Se trata de persecución basada en una característica protegida, en este caso, la raza. Esto es persecución racial, indicó.

A su vez, el diario estadunidense The New York Times reportó que Miller, quien orquestó la ofensiva de Trump contra la migración, aseguró que la administración está considerando suspender el derecho de los indocumentados a impugnar su detención en los tribunales antes de ser deportados.

Dicha medida representaría una escalada drástica en los conflictos de la administración Trump con los tribunales en sus esfuerzos para llevar a cabo expulsiones masivas, y sería otra manifestación de la autoridad ejecutiva en conflicto con un derecho garantizado por la Constitución, subrayó el Times.

En tanto, el aeropuerto de Newark, en las afueras de Nueva York, sufrió una nueva interrupción de las comunicaciones aéreas durante 90 segundos, al tiempo que el secretario de Transporte, Sean Duffy, anunció un plan multimillonario para remplazar el viejo sistema de control de tráfico aéreo, supuesta causa de la falla.