La banda argentina presentó su nuevo material Líneas generales

Martes 6 de mayo de 2025, p. 8
Empezó como un periplo en solitario y se volvió un viaje para cinco. Así ha descrito el músico Lautaro Cura a la banda argentina Isla de Caras, coctel de sabores acústicos que se fueron uniendo a la pócima final que creó un indie pop elegante.
En 2018 editaron su primer disco (Chango), basado en guitarras eléctricas, cajas de ritmo y delays de cinta. Siguió Una caricia, editado en vinil. Gran turismo fue su tercer trabajo y en 2023 editaron Flores robadas, EP con reversiones de temas propios y covers.
El quinteto formado por Lautaro Cura, Francisco Villa (guitarra), Manuel Schupak (bajo), Nicolás Fernández de la Puente (batería) y Santiago Martínez (teclados), estuvo en México para presentar su nuevo material: Líneas generales, surgido de la necesidad crónica que tenemos de juntarnos a hacer música entre los cinco
, expresa Lautaro.
La placa “habla de una instrumentación más desfachatada, de una cosa más tocada, de un rock en estado de ebullición y elevación, un poco influido por la movida madchester (en referencia al sonido Manchester, originado por grupos de esa ciudad inglesa, en los años 80). Por eso el disco se grabó en vivo”.
Con este álbum consolidan una dinámica colectiva luego de compartir giras, de interactuar y experimentar en la sala de ensayo, de sacarle provecho a los enviones creativos y de celebrar la química grupal
, describió Cura por medio de su representante de prensa, Malfi Co.
Esa semana, en un lugar llamado Tonal, en la CDMX, Isla de Caras mostró su nuevo material que presumió el ímpetu de una banda revelación.
Coproducido por Matías Cella y grabado en México en el estudio El Desierto (en Cuajimalpa), donde han grabado otros como Bunbury, el disco testimonia su crecimiento.
México, montaña, mescalina
, canta el frontman Lautaro para trazar puntos de unión en Veneno, tema que abre Líneas generales. Hay teclados, guitarras con slides (un acorde deslizado). Hay un bajo que resuena con propósitos emocionales. Hay panderetas incansables y coros espirituosos, “algo sónico que se reveló tocando juntos en la sala.
Algunas canciones nacieron en los ensayos y de la necesidad de volvernos una banda en vivo cada vez más potente
, afirma Lautaro. Había una intención de acercarnos al gran cancionero nacional
. La presencia de Marcelo Cuino Scornik, letrista de Andrés Calamaro no es una casualidad. Había un deseo expreso de colaborar con él, como lo sostiene Lautaro: Pedí conocerlo a la discográfica, quería escribir con él. Sentía que podía acortar el camino hacia algo más popular. Y el clic fue inmediato. Tuvimos y tenemos una conexión especial
.
Energía lúdica
Gran Turismo, el anterior disco del grupo, señala el guitarrista, fue propulsado por el vértigo de su primera gira latinoamericana (lo presentaron en el Lunario del Auditorio Nacional). Después sacaron un EP de covers: Flores Robadas, alimentados por una energía lúdica. “Esos discos tienen la misma materia que Líneas Generales, pero este proceso fue más novedoso para nosotros, porque tuvo que ver con grabar un disco en un gran estudio en México”.
Las piezas del álbum desbordan melodías y rimas, unas al servicio de otras. Ahí está, con pasta de pulso mid-tempo, Mirar películas, para evidenciar esa aproximación al rock nacional argentino. Y ahí sigue Amigos y Camas separadas, con atisbos de desamores que se vuelven baladas. A nivel temático, mi opinión es que puede ser un pequeño tratado sobre el dolor
, arriesga Lautaro. Pero la verdad es que no estoy seguro de lo que estoy hablando cuando escribo las canciones. Dejo que el subconsciente trabaje para mí
.
El favor es una suerte de fábula de alguna obra cumbre de Charly (García) o Fito (Páez) con su atmósfera etérea. También está No me puedo divertir, “con sus aires de sophisti-pop, para reforzar la única idea irrenunciable en Isla de Caras: la de la canción”. Cartera perdida tiene la saludable misión de reponer el groove.
Líneas generales no evade al rocanrol. Manifiesta Lautaro que hay un temple rolinga
a lo largo del disco que da brío al grupo: Cerca lejos, Tormenta y Demostrar interés. El cierre llega con Cavidad, con arreglos sutiles para propiciar la despedida.
Matías Cella, el productor, fue el que recomendó el viaje del quinteto a México para grabar en El Desierto. Es cómplice nuestro en el día a día. Por momentos, es como un padre o un hermano mayor. Soñábamos con ese estudio y él sabía cómo economizar los tiempos y hasta qué cuarto nos iba a gustar más a cada uno para habitar el estudio
.
Líneas generales, de Isla de Caras, sonó también en foros de Guadalajara, Querétaro y Aguascalientes.