En la parte final de su administración, la alcaldesa de Chilpancingo, Guerrero, Norma Otilia Hernández Martínez, fue expulsada de Morena tras una resolución de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido, la cual determinó que afectó la imagen del instituto político.

La medida se desprende de una denuncia sobre la reunión que sostuvo Hernández con integrantes del grupo delincuencial Los Ardillos.

Sus acciones, indica la resolución, transgreden las normas de los documentos básicos de Morena (además de inumplir) responsabilidades morales y partidistas, ya que la conducta denunciada atenta contra los principios y lineamientos del partido, contra la paz social y bienestar de la población que gobierna bajo las siglas de nuestro movimiento; todo lo anterior al reunirse con un presunto líder criminal.

La persona denunciante, cuyo nombre sólo aparece como dato protegido, aportó como pruebas una serie de notas periodísticas en las que se refiere a la reunión de la alcaldesa con el presunto líder del grupo delincuencial. Dichos encuentros trascendieron por medio de videos difundidos en redes sociales el año pasado, los cuales fueron admitidos como pruebas por la instancia de justicia del partido.

Los videos resultan suficientes para demostrar que se llevó a cabo una reunión con un líder criminal, explicó la Comisión de Justicia de Morena, que determinó la cancelación del registro en el padrón nacional de protagonistas del cambio verdadero; es decir, la pérdida definitiva de los derechos partidarios.

Tras las elecciones del 2 de junio, Morena perdió la capital guerrerense, donde Alejandro Arcos Catalán, impulsado por la coalición entre el PRI, PAN y PRD, será el próximo presidente municipal.