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Balance de la jornada

FIFA causó susto a Rayados // Adiós al técnico de figura quijotesca

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▲ El tuzo Érick Sánchez tiene ofertas en el futbol mexicano, pero su prioridad es dar el salto a Europa.Foto Afp
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unca fue tan vigente aquel dicho de que para ganar hay que sobreponerse hasta al arbitraje. El juvenil Pachuca no sólo compitió contra plantillas de jugadores consolidados, tanto en la Liga Mx como en la Concachampions, sino que además debió disputar un partido adicional por capricho o ineficacia de los silbantes y del (ya tan pronto) desprestigiado VAR, sistema que ante Pumas le anuló indebidamente un gol en el juego de play-in. El cuadro tuzo –único que dio la cara por el futbol mexicano en la Concacaf Champions Cup– vivió un par de semanas intensas hasta quedar casi sin aliento al encarar de forma paralela dos torneos.

En el futbol mexicano, si no estás entre los consentidos, cabe esperar toda clase de trabas, pero lo más increíble es que se las pongan al único equipo que se empeñó en la tarea de dar salida a futbolistas producto de sus fuerzas básicas, mientras el resto se la pasa importando a tientas y locas. Muchas veces traen balas percutidas que no aportan nada… En un tiempo resultó chocante y hasta provocó hilaridad que la directiva hidalguense se autodenominara El equipo de México; hoy ese mote le ajusta mejor, ni siquiera hace falta irle al cuadro tuzo para simpatizar con su política de apoyar al talento nacional. No sólo el arbitraje enturbia el panorama también afecta una calendarización retorcida que puso al equipo liderado por Érick Sánchez a quemar piernas con tantos cotejos dejando apenas el tiempo mínimo de recuperación que exige la FIFA… Si no fueran tan despistados los federativos, se podría pensar que son perversamente maquiavélicos, dadas las pugnas de poder entre Grupo Pachuca, Televisa, Orlegi y demás… A la Liga Mx le resta un par de semanas para conocer al campeón, lo que ya tiene bien afianzado el cuadro tuzo –contra viento y marea– es la final de la Concachampions, el 1º de junio ante el Columbus Crew, de la liga estadunidense.

No obstante, fue cosa de que el técnico tuzo Guillermo Almada se atreviera a protestar por el calendario y que Érick Sánchez hiciera una insinuación respeCto al mal arbitraje en redes sociales para que la sacrosanta Comisión Disciplinaria les asestara un ramalazo. O se están quietos o habrá más sanciones por poner en duda la honorabilidad de la respetable Federación Mexicana de Futbol… O sea, se equivocan de forma grotesca, pero ningún afiliado debe criticar ni hacer cuestionamientos públicamente; nada que los exhiba, la ley es aceptar el golpe y agachar la cabeza. Lo llamativo del caso es que nuevamente los equipos mexicanos de economía más poderosa, con Monterrey a la cabeza, no son capaces de enaltecer con una digna actuación a la Liga Mx. Tanto Rayados como Tigres y América son grandes sólo en el plano doméstico. Los amarillos yacen en la cima como máximos ganadores, pero no brillan en otras latitudes; los de Nuevo León, a su vez, están sobrepagados, y con la parsimonia propia de quien tiene el vientre y los bolsillos rebosantes, se disponen sin rubor hacia un clásico norteño más en pos de un boleto a semifinales del certamen casero. Es para lo que les alcanza.

Como broma curiosa, resulta que la FIFA sancionó a los equipos Rayados, Juárez y Tijuana. Fue un error del órgano rector del balompié mundial, el cual le impedía al Monterrey hacer fichajes durante más de un año ¡hubiese sido excelente!, ¡el sueño de muchos jugadores jóvenes!, una medida así quizás los hubiese forzado a voltear la mirada hacia su cantera… Tal situación causó en la directiva rayada más alarma y congoja que la misma derrota frente al Columbus (5-2), o que aquel 3-0 que le asestó el Philadelphia Union en la Leagues Cup. Se les fue el alma del cuerpo… Todo quedó en un megasusto.

Murió César Luis Menotti, el estratega de figura quijotesca que le cambió el rostro al futbol mexicano, a partir de él hubo un antes y un después. Emilio Maurer, siendo presidente de la FMF, se empeñó en traerlo como técnico del Tri (1991-92) convencido de que iba a ser trascendental. Fuera de la cancha también dio enseñanza al mostrar su lealtad, pues cuando Maurer despertó la ira de Televisa al intentar restarle control sobre la selección y fue separado del cargo y puesto en prisión, Menotti no dudó en hacer maletas... El balompié nacional no había recibido una inyección de vitalidad, de renovación de técnicas y táctica desde los años 60, cuando llegó a Pumas Renato Cesarini.