Los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México que el jueves instalaron un campamento de apoyo a Palestina, a un costado de Rectoría, respondieron ayer a un comunicado de la máxima casa de estudios: El innecesario señalamiento a nuestra lucha, lejos de promover la tolerancia, genera divisiones en la comunidad y se instrumentaliza como amenaza para quienes integramos la Asamblea Interuniversitaria. Como campamento, continuaremos construyendo relaciones de solidaridad con la población en México y en el mundo.

En un mensaje público señalaron: Rechazamos cualquier discurso antisemita, racista, xenófobo, clasista y de opresión. Nuestro movimiento es y seguirá siendo anticolonialista, anticapitalista, antipatriarcal y antisionista.

Representantes de los jóvenes manifestaron su malestar e inconformidad ante el escrito de la UNAM del 3 este mes: El campamento jamás ha adquirido una postura de discriminación, ofensa o violencia a ningún miembro de la comunidad universitaria ni a ninguna persona en particular.

La desazón, comentaron, se debió, sobre todo, al párrafo que resalta la diversidad de pensamiento existente en nuestro campus. En ellos hay muchas y muchos que coinciden con los manifestantes, pero hay quienes discrepan y pueden llegar a sentirse ofendidos y ratificaron la exigencia de que la institución “se constituya como universidad contra el genocidio, el apartheid y la ocupación colonial en Palestina”.

Respaldo de académicos

Ayer, a las 14 horas en el sitio había un centenar de estudiantes e integrantes de colectivos de apoyo y se mantuvo en 62 el número de casas de campaña en las islas.

En tanto, el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores Académicos de la UNAM entregó un donativo de 4 mil pesos al campamento para que compren una estufa, porque no tienen, y sus comidas han sido frías, resaltó María del Pilar Schiaffini, de la secretaría general colegiada de ese gremio. Destacaron que Rectoría instaló cinco baños portátiles y piden que les proporcionen servicio eléctrico.