Londres. Los conservadores británicos sufrieron un descalabro en las elecciones locales, que culminaron ayer con la relección del laborista Sadiq Khan como alcalde de Londres y pusieron contra las cuerdas al primer ministro Rishi Sunak, a pocos meses de los comicios nacionales.

Khan fue ampliamente votado para un tercer mandato, situación sin precedente en la capital británica. Se impuso con 43.8 por ciento de los sufragios, frente a la conservadora Susan Hall, con 32.7 por ciento, margen superior al de su primera relección, en 2021.

Es el honor de mi vida servir a la ciudad que amo, y me siento más que honrado en este momento, dijo a sus partidarios tras conocerse el resultado, añadiendo que se proponía retribuir la confianza de los electores y trabajar por una capital más justa, segura y verde.

Los laboristas también ganaron en otras grandes ciudades como Manchester, Liverpool, Leeds y Sheffield, así como en la aglomeración de York y North Yorkshire, donde se encuentra la circunscripción del primer ministro Sunak.

Además de los comicios para concejales, alcaldes y otros cargos en Inglaterra y Gales, tuvo lugar una votación legislativa parcial, que los laboristas se adjudicaron, arrebatando un nuevo escaño a los tories (conservadores) en el palacio de Westminster. Éstos tuvieron que contentarse con una sola victoria, la relección del alcalde de Tees Valley, Ben Houchen.

Sunak acudió a felicitarlo, considerándolo una señal de que los conservadores aún pueden dar la vuelta a la situación.

Se trata de la mayor derrota sufrida en cuatro décadas en elecciones locales por los tories, en el poder en el Reino Unido desde hace 14 años.

La amplia victoria de los laboristas alienta sus esperanzas de ver a su líder, Keir Starmer, en Downing Street tras las votaciones generales a las que Sunak pretende convocar antes de fin de año.

Pasemos la página del declive e iniciemos la renovación nacional con el Labour, declaró ayer Starmer, añadiendo que después de esta derrota los conservadores no merecen gobernar.

Trayectoria

Khan, de 53 años, es hijo de migrantes paquistaníes y por su recorrido –muy diferente al de las élites británicas– se convirtió en símbolo de la diversidad del país.

Su padre, conductor de autobuses, y su madre, costurera, emigraron de su país natal en los años 60 y criaron a sus hijos en viviendas sociales.

Khan asistió a un colegio público del norte de Londres y estudió derecho en la Universidad North London, de educación gratuita, por la que siempre se mostró agradecido. Se lo debo todo a Londres, afirmó.

Supo defenderse con los libros, pero también con los puños, pues de pequeño aprendió a boxear para enfrentarse a quienes lo llamaran paki –término peyorativo para referirse a los paquistaníes.

A los 15 años se afilió al Partido Laborista y en 1994, a los 23, fue elegido concejal en Wandsworth, un barrio del sur de Londres.

En 2005 fue elegido diputado por Tooting, donde ha vivido siempre y ahora reside con su esposa Saadiya, también abogada, y sus dos hijas adolescentes.

Khan fue el primer ministro musulmán de Reino Unido, ocupó las carteras de Comunidades y Transportes y ha sido el primer alcalde de Londres con esa afiliación religiosa.

No obstante, los laboristas perdieron el apoyo de la población musulmana debido a la postura fuertemente pro israelí de la dirección del partido respecto a la guerra de Gaza.

Starmer admitió que el partido tuvo problemas con los electores musulmanes, pero los resultados en general fueron positivos para el hombre que es favorito para convertirse en primer ministro en las próximas elecciones generales.