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Trauwitz, de regreso // Militar huachicolero // Robo de combustibles

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▲ En tres sexenios los que debían proteger los recursos nacionales no lo hicieron, hasta que el robo de combustibles se volvió un gran problema.Foto Roberto García Ortiz
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esde Canadá llegan buenas noticias: el gobierno de ese país concedió la extradición de una de las principales cabezas visibles del jugosísimo negocio del huachicol en tiempos peñanietistas, es decir, el general brigadier Eduardo León Trauwitz (designado en 2014 por el copetón como subdirector de salvaguardia estratégica de Petróleos Mexicanos; como gobernador del estado de México, Peña Nieto lo nombró jefe de su escolta), quien rápidamente huyó a la nación de la hoja de arce una vez documentado por la Fiscalía General de la República que él fue responsable del mayor saqueo de combustibles en las propias instalaciones de Pemex, las cuales (versión oficial) debía proteger.

La Jornada (Juan Pablo Reyes) lo informa así: el gobierno de Canadá concedió la extradición de Eduardo León Trauwitz, requerido por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada en materia de hidrocarburos y sustracción ilícita. En mayo de 2019 se giró orden de aprehensión en su contra y en octubre de 2020, a petición del Departamento de Justicia de Canadá, la Fiscalía General de la República presentó la petición formal de extradición. Tras ser detenido con fines de extradición y de audiencias en las cuales las partes ofrecieron y desahogaron pruebas, una jueza determinó procedente que el militar sea enviado a México. Apenas el año pasado el ex subdirector de salvaguardia estratégica de Pemex, acusado de colaborar con organizaciones delictivas en el robo de combustible en ductos de la petrolera nacional, solicitó ser considerado perseguido político en un intento para que las autoridades de Canadá no lo entregaran a la justicia mexicana.

Fue el citado general brigadier el responsable de salvaguardar la riqueza de petróleo, combustibles y gas natural propiedad del Estado mexicano que fluye y se distribuye por medio de una enorme telaraña de miles y miles de kilómetros de ductos que recorren el territorio nacional. Peña Nieto encargó a su ex jefe de escoltas evitar el robo, aunque cierto es que cuando menos desde tiempos de Vicente Fox el negocio del huachicol creció como la humedad.

Tres inquilinos de Los Pinos involucrados en el saqueo (el propio Fox, Calderón y EPN) no sólo calificaron el saqueo como un problema focalizado, sino que aparentemente pusieron en marcha sus respectivos planes integrales de acción para combatir el robo de combustibles. Sin embargo, un informe de la Cámara de Diputados documentó que en por lo menos 21 de los 32 estados de la República de forma creciente se registraban tomas clandestinas, amén de que por cada 100 huachicoleros que la supuesta autoridad atrapaba in fraganti y presentaba ante el Ministerio Público, 83 quedaban en libertad en un abrir y cerrar de ojos.

Al inicio de su gobierno, el presidente López Obrador denunció que en los sexenios neoliberales “el huachicol se toleraba; en la torre de Pemex, el piso tres lo destinaban a combatirlo y tenían equipos modernos y carísimos; sonaba la alarma, porque había sensores en los ductos, pero podía sonar todo el día y nadie atendía, porque había complicidad. Entonces, eso se terminó”.

Efectivamente, el huachicol se redujo sustancialmente, pero no ha terminado. Como se ha comentado en este espacio, con la llegada de López Obrador a Palacio Nacional se desveló una gigantesca telaraña de intereses en la que cohabitaban los tres niveles de gobierno y los dos crímenes organizados (cuello blanco, sistema judicial, empresarios, operadores, halcones, etcétera), en la que cada parte ponía lo suyo para que el negocio se mantuviera boyante: complicidad, tráfico de información confidencial, corrupción e impunidad, por decir lo menos, en un macroperativo ilegal con actividad en cuando menos dos de cada tres estados de esta República succionada.

Lo denunció López Obrador: Fox, Calderón y Peña Nieto conocían a detalle las cifras sobre el robo de hidrocarburos, pero no actuaron. Eran informados de forma diaria, pero como que había una especie de ceguera. ¿Y cómo no se ve que se están robando mil pipas diarias? Era una especie de tolerancia, algo pactado; estamos hablando de tres sexenios.

Las rebanadas del pastel

El denominado debate presidencial mejoró un poco, sólo eso, pero lo que queda muy claro es que no se trata de dos proyectos de país: sólo es uno, el de Claudia Sheinbaum, porque el de los titiriteros de Lady Gelatinas es un plan de negocios a costillas de la nación… Va un enorme abrazo, con su respectivo abanico de besos, para la dueña de mi sistema cardiaco por una velita más en su pastel.

X: @cafevega