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Los banqueros y la 4T
C

omo ocurre todos los años, en la Convención Bancaria se mostró la visión de los bancos privados sobre la economía y sobre las decisiones de política económica. Se expuso también la posición del gobierno y en este año electoral de quienes compiten por la Presidencia de la República. Tiempo atrás, en la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas de 2000, su posicionamiento sobre el tema del Fobaproa les resultó impropio a los banqueros de ese entonces. Los gobiernos han estado siempre en concordancia con los banqueros, pero los candidatos de la izquierda han mostrado diferencias importantes. Este año, en cambio, resaltan los acuerdos entre el gobierno y la banca, así como con los candidatos a la Presidencia.

Tanto AMLO como el dirigente de los banqueros señalaron que en estos seis años se cumplió el compromiso de mantener intocadas las reglas de operación de las empresas bancarias. Los banqueros dijeron que se mantuvo la certidumbre y la confianza fundamental para el desarrollo y el crecimiento económico. Para los banqueros lo importante es que ha habido un ambiente propicio para hacer negocios. Negocios bancarios que lograron utilidades récord en 2023: más de 273 mil millones de pesos, 10 por ciento superiores a las de 2022 que también fueron excepcionales.

Estas utilidades extraordinarias se han conseguido por varias razones: i] el incremento de la cartera crediticia, que alcanza un monto de 6.8 billones de pesos; ii] la composición de esa cartera: ha crecido el crédito al consumo, que es el de mayor margen financiero, y en segundo lugar el crédito a empresas; iii] los incrementos en la tasa de interés decididos por la junta de gobierno del Banco de México, que la llevaron de 4.5 a 11.25 por ciento anual; iv] la administración de esos incremento a favor de los bancos y en contra de los usuarios de crédito; v] el diferencial de tasas tributarias entre México y las que prevalecen en los países en los que se localizan las matrices, lo que quiere decir que aunque las utilidades brutas de BBVA o Santander sean mayores en España, cuando se registran las utilidades netas, una vez pagados los impuestos, las filiales mexicanas de esos bancos españoles son las más rentables del mundo.

Se trata de utilidades récord que derivan de una combinación entre la administración bancaria y las decisiones de dos instancias públicas: el gobierno federal, que decidió mantener las tasas tributarias sin cambios y el Banco de México, que decidió elevar las tasas de interés buscando frenar el aumento de precios. Por eso los banqueros le reconocieron al gobierno el respeto a la autonomía del Banco de México y el manejo razonable y atinado de las finanzas públicas.

AMLO destacó, además, el buen desempeño de la economía y de los aspectos sociales que han distinguido su gobierno: casi pleno empleo, aumentos salariales sin precedente –el salario promedio de los trabajadores mexicanos es ya de 17 mil 554 pesos mensuales–, la fortaleza del peso con una revaluación de 18 por ciento, las remesas enviadas por héroes y heroínas de sus familias y el país, la situación petrolera y de la seguridad en el país.

De parte de Claudia Sheinbaum se planteó lo que es central en su propuesta económica: crecimiento con bienestar y sustentabilidad; regresar al equilibrio de las finanzas públicas, luego de que este año habrá un déficit de 5.9 por ciento del PIB; no reforma fiscal por lo pronto y si la hubiera tendría que haber consenso con los banqueros. Repitió que a los banqueros les ha ido bien, a los empresarios en general les ha ido bien, pero también les ha ido bien a los que menos tienen. De modo que una nueva administración de la 4T mantendrá el compromiso de AMLO: las reglas con las que operan bancos y empresas, nacionales y extranjeras, se mantendrán. Habrá grandes utilidades sin que haya redefinición de los impuestos a pagar.

Así que en el segundo piso de la 4T los bancos privados seguirán obteniendo utilidades extraordinarias y su contribución al sostenimiento de las acciones gubernamentales seguirá en los límites establecidos por las reformas neoliberales de los años noventa. El gobierno federal tendrá que seguir buscando incrementos a los ingresos tributarios solamente a través de mejoras en la eficiencia recaudatoria: ahora digitalizando y simplificando el sistema tributario y tecnificando las aduanas. Mejorar la eficiencia recaudatoria es obviamente necesario, pero claramente insuficiente frente a los requerimientos que demanda la política social existente.

Se sostiene la decisión de jugar con las mismas reglas, pero el escenario ha cambiado: en 2019 la situación fiscal mostraba una posición cercana al equilibrio, en 2025 habrá un déficit importante. En estas nuevas condiciones no adecuar la política tributaria puede ser suicida.