Miércoles 10 de abril de 2024, p. 32
Tepeapulco, Hgo., Unas 30 lanchas están abandonadas en la agrietada tierra de lo que fueron las orillas de la laguna de Tecocomulco, en San Miguel Allende, donde ya no hay agua a consecuencia de la paulatina desecación del embalse.
El embarcadero lo integra un puente de 25 metros de largo y seis de ancho formado con palos alineados horizontalmente y atados con cuerdas, desde el cual, hasta finales de 2022, los turistas y pescadores solían abordar las lanchas ubicadas a los costados para navegar por la laguna, considerada el último humedal del valle de México.
Sin embargo, en un recorrido, La Jornada constató que el puente que flotaba en el agua de la orilla del embalse ahora se mece sólo en el aire y está cerrada la taquilla donde se vendían los boletos para los paseos en lanchas.
Un experto explicó que este cuer-po de agua –que es patrimonio ecológico de la humanidad– tiene la denominación Ramsar, es decir, está protegida por la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
Esto, agregó, ha agudizado el problema, ya que la Comisión Nacional del Agua y otras dependencias toman esa denominación como pretexto para no intervenir, ni emprender acciones concretas para salvar la laguna; tampoco permiten a los pobladores extraer sedimento, tules y lirio con el pretexto de que van a alterar el entorno ecológico y por ello serían multados.
Según la declaratoria publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de junio de 1951, la laguna de Tecocomulco tenía superficie de mil 769 hectáreas. Una ficha técnica del 29 de septiembre de 2003, emitida por el entonces Consejo Estatal de Ecología, indica que ésta se ubica entre los municipios de Tepeapulco, Apan y Cuautepec de Hinojosa.
José Daniel Rodríguez López, vecino de San Miguel Allende, aseguró que el cuerpo de agua se encuentra a 25 por ciento de su capacidad y tiene una profundidad de sólo 50 centímetros, lo que ha causado la muerte masiva de peces, entre ellos lobinas, bagres y la llamadas carpas barrigonas.
Desplome de turismo y pesca
Por el bajo nivel de líquido también se ha desplomado la pesca en los 18 meses recientes y ha obligado a quienes se dedican a este oficio a buscar empleos de lo que sea
en la cabecera municipal de Tepeapulco u otros centros urbanos.
Las condiciones del lugar también impiden la navegación de las embarcaciones, sobre todo las de motor, lo que ha impactado en la economía de los pobladores de San Miguel Allende, la mayoría dedicada al turismo.
La suspensión de los paseos por la laguna ha provocado una disminución sustancial de visitantes, lo que a su vez ha afectado las ventas de los restaurantes en las inmediaciones.
Jennifer Seviñón Hernández, dueña del negocio Las Brisas, dijo que la clientela disminuyó 50 por ciento y teme que baje más. La Semana Santa de este 2024 ha sido la peor desde 1997, cuando la laguna se secó por completo
. Ante la situación, los pobladores piden los tres niveles de gobierno un plan urgente para salvar este espacio.