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Edith Vázquez plantea un vistazo actual a la expresión de la histeria femenina en el arte

La creadora presenta la pieza inmersiva Los ojos de Charcot, en la Academia de San Carlos

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▲ En términos técnicos, la artista planteó una aplicación de la física óptica al arte. Hoy es el último día de la presentación.Foto Adriana Luque
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de abril de 2024, p. 4

La percepción sobre la naturaleza de la mujer y de su cuerpo es hoy día prácticamente la misma a la que se tenía en la antigua Grecia en cuanto al concepto de la histeria, considera la artista multidisciplinaria Edith Vázquez Navarrete, autora de la instalación inmersiva Los ojos de Charcot, en la que propone una mirada contemporánea y provocadora a la iconografía de la histeria femenina, con el propósito de desafiar las narrativas históricas que han moldeado la apreciación sobre esa supuesta patología.

Abierta el público hasta hoy en la Galería 3 de la Academia de San Carlos (Academia 22, Centro Histórico), de 10 a 18 horas, esta obra es resultado del diálogo entre la fotografía del siglo XIX y recursos tecnológicos contemporáneos.

Para su realización, auspiciada por el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, se tomaron como base las investigaciones pioneras de uno de los neurólogos franceses del siglo XIX más renombrados, Jean Martin Charcot, y más de un centenar de retratos médicos de mujeres diagnosticadas médicamente como histéricas durante esa centuria, captados en el hospital de La Salpêtrière, institución de salud construida en el siglo XVII en París.

La luz, la óptica, el arte generativo y la música creada ex profeso se entreveran para explorar la complejidad de la identidad femenina y enfrentar las etiquetas impuestas por la historia, explica la también docente de posgrado en la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Lo que me pareció muy importante y prudente fue retomar esa iconografía de Charcot, estudiar las imágenes fotográficas y ver cómo el arte ha jugado un papel tan importante en la manifestación de ‘verdades’ alrededor de la mujer y de su naturaleza”, señala Edith Vázquez, quien emprendió esta obra a partir de su interés por las pasiones humanas y su interpretación en el arte.

En términos técnicos, lo hecho por la artista en esta pieza inmersiva fue una deconstrucción y reconfiguración de aquellos retratos decimonónicos a partir de un procedimiento que aprendió en su doctorado en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM, basado en la aplicación de la física óptica al arte.

Asimismo, contó con la colaboración del programador de arte generativo Mario D. Alvarado; el compositor musical Rogelio Sosa, Omar González en la iluminación; y Omar A. Fajardo en video mapping.

“Los ojos de Charcot es una pieza inmersiva en la que invito al espectador a reflexionar en torno a la fotografía, las imágenes y a esos paradigmas y lecturas que fueron dibujados sobre la mujer de manera bastante clara a través de la imagen fotográfica en el siglo XIX y que a la fecha me parece que es muy difícil que nos deslindemos de esos pensamientos”, señala.

Estamos en el siglo XXI y seguimos pensando igual que los griegos. El siglo XIX no está tan lejano, al parecer, en los conceptos que tenemos sobre la mujer, el cuerpo y la histeria. Mi interés básico y fundamental es hacer una reflexión en torno a la imagen fotográfica y a cómo utilizamos el arte en la representación de esos papeles.

Según Vázquez, siempre han existido profundas complejidades en torno a la comprensión de la naturaleza femenina; en su opinión, lo más grave es que no sólo hay un deseo de comprensión, sino también de curación.

Curar esa naturaleza femenina y curarla en la medicina a través de actos bastante violentos, como los que se ejercían desde la época de los griegos hasta la hipnosis, lo que hacía Charcot en sus lecciones de los martes, en las que invitaba a muchos estudiantes a ver el espectáculo de las histéricas.