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Preside el Papa la misa de Pascua y llama a terminar las guerras

Muestra buena salud, pese a especulaciones

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▲ El papa Francisco saluda desde la galería central de la Basílica de San Pedro durante el mensaje de Pascua urbi et orbi, la bendición a la ciudad de Roma y al mundo, como parte de las celebraciones de Semana Santa.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de abril de 2024, p. 20

Vaticano. El papa Francisco hizo ayer un llamado a la paz y pidió no ceder a la lógica de las armas, tras celebrar ante una multitud la misa de Pascua en el Vaticano, que de paso desmintió rumores sobre su estado de salud.

No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción?, declaró durante su bendición urbi et orbi.

El jesuita argentino de 87 años enlistó los conflictos bélicos que azotan el mundo y reiteró su llamado a la liberación de los rehenes israelíes y a un alto el fuego inmediato en Gaza.

También pidió un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania, en guerra desde febrero de 2022, cuando Moscú invadió la ex república soviética. La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos bélicos soplen cada vez más fuertes sobre Europa y el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme, sentenció desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Minutos antes, Francisco, a bordo del papamóvil, saludó y bendijo a los cerca de 60 mil fieles presentes en la plaza, quienes lanzaban gritos de júbilo.

¡Viva el Papa!, gritaron algunos peregrinos, con el celular en alto u ondeando banderas rodeados de un dispositivo de seguridad.

Vestido de blanco, el jefe de la Iglesia católica llegó en silla de ruedas hasta el altar pletórico, como cada año, de adornos florales.

El viernes, Jorge Mario Bergoglio anuló a última hora su participación en el tradicional Víacrucis en el Coliseo, lo que encendió nuevamente las alarmas por su estado de salud. Al respecto, el Vaticano argumentó que la decisión se tomó para preservar su bienestar antes de la vigilia del Sábado Santo y la misa del Domingo de Pascua

Efectivamente, Francisco ofició antier con normalidad y sin muestras de fatiga la ceremonia de dos horas y media con la presencia de 6 mil fieles. También pronunció una homilía de 10 minutos en italiano sin aparente dificultad.

La cancelación de última hora, cuando la silla papal ya estaba colocada en el Coliseo, y la lacónica comunicación del Vaticano contribuyeron a atizar las inquietudes sobre una salud vacilante del Pontífice.

En los días recientes, Francisco cumplió sus compromisos y presidió la celebración de la Pasión de Cristo durante casi dos horas el viernes por la tarde, antes de anular su presencia en la representación de la vía dolorosa de Jesús.

En febrero, apareció cansado y se vio obligado en varias ocasiones a delegar la lectura de sus discursos, debido a una bronquitis que lo llevó a ser examinado en un hospital de Roma. También anuló la lectura de su homilía del Domingo de Ramos sin dar explicaciones.

A pesar de haber sido sometido a una operación del abdomen en 2023, Francisco, que no toma vacaciones, sigue un ritmo de trabajo desenfrenado en el Vaticano, donde puede recibir a una decena de interlocutores cada mañana; sin embargo, no ha realizado ningún viaje desde su visita a Marsella, en el sur de Francia, en septiembre, y tuvo que cancelar su presencia en Dubái para la reunión ambiental de Naciones Unidas, la COP28, en diciembre pasado debido a malestares con el sistema respiratorio.