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Primera gran exposición de Damien Hirst en un museo de México

Desde mañana, el público podrá ver sus obras icónicas en el Jumex

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de marzo de 2024, p. 5

El artista británico Damien Hirst (Bristol,1965) presenta su primera gran exposición en un museo en México. Vivir para siempre (por un momento), muestra de 57 obras, entre instalaciones, esculturas y pinturas, abrirá mañana al público en el Museo Jumex, que cumple 10 años de existencia. Recorre las búsquedas plásticas de este polémico personaje a partir de los años 80 hasta 2019, en las que se evidencian dos temas esenciales: la muerte y la religión.

La exhibición cuenta con varios ejemplos de sus afamados animales en formol, desde tiburones hasta vacas, corderos y becerros. Tal vez la pieza más impactante de la exposición sea la escultura La virgen madre (2006), de 10 metros de altura, ubicada en la plaza del museo, que forma parte de una serie a gran escala derivada de modelos anatómicos de enseñanza. Sin embargo, dentro del edificio se exhibe Por el amor a Dios (2007), cráneo cubierto de diamantes inspirado en uno de origen azteca exhibido en el Museo Británico en Londres. Afuera del museo se percibe un fuerte despliegue de seguridad.

Según la curadora Ann Gallagher, se pretende no sólo mostrar las obras icónicas de Hirst, como Madre e hijo dividido y Por el amor a Dios, sino revelar su compleja carrera de más de 30 años.

Hirst trabajó personalmente en la realización de la muestra que requirió de dos años de preparación. El título, designado por él mismo, deja claro que en el corazón de su obra está el tema de la mortalidad, no sólo como motivación, sino como una “respuesta contemporánea al memento mori de la historia del arte, que comprende motivos tradicionales, como el cráneo; pero también nuevos, como todo lo relacionado con el acto de fumar, para simbolizar la naturaleza transitoria de la vida”, señaló Gallagher.

Lo que ha caracterizado la obra de Hirst ha sido una exploración de los medios a través de los cuales negociamos nuestra mortalidad, y las creencias que adoptamos para proveer certeza y confort. De esas creencias, la ciencia se impone, en particular, lo relacionado con la química, en la forma de fármacos. De allí, su serie de pinturas de manchas, así como gabinetes que contienen paquetes de píldoras.

Pero, también lo relacionado con la anatomía, ya sea tanto animales muertos como esculturas monumentales, al igual que la parafernalia en torno a la cirugía y otras referencias al mundo científico.

El otro tema recurrente en su obra es la religión. Las narrativas e imágenes como madona e infante, ángeles y santos, con las que creció, dado que fue educado como católico. Para Gallagher, la necesidad de coleccionar, ya sea especímenes de mariposa, o materiales preciosos como oro y diamantes, aparecen con frecuencia en la obra más tardía de Hirst. La riqueza se ha vuelto uno de sus tópicos.

El artista estudió primero pintura antes de adoptar una amplia gama de medios para realizar su obra. Constantemente produce nuevas series de pintura como Flor de cerezo, cuyos cuadros rodean a Por el amor a Dios.

Vivir para siempre (por un momento) permanecerá hasta el 25 de agosto en el Museo Jumex (Miguel de Cervantes Saavedra 303, colonia Granada).