Economía
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La inflación no ha sido derrotada del todo: Carstens
 
Periódico La Jornada
Martes 19 de marzo de 2024, p. 16

Fráncfort. Las principales economías del mundo se encaminan hacia un aterrizaje suave (mitigar la inflación sin provocar una profunda recesión), pero el avance generalizado de precios no ha sido derrotado del todo, advirtió el lunes el director del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, justo cuando los responsables de política monetaria debaten las ventajas de recortar las tasas de interés, que están en los niveles más altos en décadas.

La inflación mundial se ha reducido a menos de la mitad en el año reciente y algunos bancos centrales ya están moderando sus políticas restrictivas con la esperanza de poder preservar el crecimiento y mantener en marcha sus economías tras los impactos consecutivos de la pandemia y del repunte de la inflación.

“Parece que vamos camino de un aterrizaje suave –dijo Carstens en un discurso en Fráncfort.– El descenso de la inflación ha tenido un costo notablemente reducido para la economía real.”

Baches a la vista

Entre los mayores bancos centrales del mundo, el europeo podría ser el primero en tomar medidas en junio, seguido pronto por la Reserva Federal estadunidense en junio o julio, y el Banco de Inglaterra en agosto, según las expectativas actuales del mercado.

Sin embargo, algunos indicadores recientes sobre la inflación subyacente a ambos lados del Atlántico han hecho temer que el crecimiento de los precios sea más persistente de lo que sugieren algunas de las expectativas más benignas.

Un aterrizaje suave no está garantizado. El trabajo de los bancos centrales no ha terminado. Aunque la inflación es más baja, sigue por encima de los objetivos de los bancos centrales. Y seguramente habrá más baches en el camino, explicó Carstens.

Advirtió que una serie de factores, como la desglobalización, la fragmentación económica, las tendencias demográficas adversas y la necesidad de luchar contra el cambio climático mantendrán los precios bajo presión a mediano plazo, lo que exigirá que los bancos centrales controlen la inflación.