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Pandillero amaga con guerra civil

Pide EU al primer ministro de Haití acelerar paso a la transición política

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, preocupado por la situación // Continúa la violencia

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▲ Jimmy Barbecue Cherizier, capo de la pandilla G9 y Familia, junto con integrantes de su banda, después de hablar con periodistas en el barrio Delmas 6, de Puerto Príncipe.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de marzo de 2024, p. 25

Nueva York. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) mostró ayer su preocupación por la situación crítica de Haití, donde un capo pandillero amenaza con una guerra civil si el primer ministro Ariel Henry, cada vez más cuestionado, no dimite, en momentos en que Estados Unidos instó al premier a acelerar una transición política.

Las pandillas que controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, y las carreteras que conducen al resto del país, han atacado en los últimos días lugares estratégicos de esta nación caribeña: la academia de policía, el aeropuerto y varias cárceles, de las que se fugaron miles de presos.

Frente a este estallido violento, el Consejo de Seguridad se reunió de urgencia. Todo el mundo ha compartido sus preocupaciones, sobre todo la necesidad de desplegar cuanto antes una misión internacional de apoyo a la policía, dijo la embajadora de Malta, Vanessa Frazier.

Los alrededores del aeropuerto Toussaint-Louverture volvieron a ser escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas antenoche y la madrugada de ayer, según una fuente policial.

El capo de una de las principales pandillas, Jimmy Barbecue Cherizier, pidió antier la renuncia del primer ministro, que estaba en África cuando estalló la situación actual.

Si el dirigente no deja su cargo, este ex policía sancionado por la ONU prometió que el país se dirigirá hacia una guerra civil que conducirá al genocidio.

Con el estado de emergencia y el toque de queda nocturno impuestos por las autoridades, muchos habitantes de la capital huyen de los disturbios con sus pocas pertenencias bajo el brazo, mientras otros sólo salen para comprar lo imprescindible.

La situación es cada vez peor. La policía nacional es impotente ante los asaltos de las bandas armadas. Sólo una fuerza militar puede ayudarnos en esta situación, declaró a la Afp un conductor de Puerto Príncipe, que pidió el anonimato.

Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, debía dimitir en febrero; pero selló un acuerdo de poder compartido con la oposición hasta que se celebren nuevas elecciones.

En un país sin presidente ni Parlamento, donde los últimos comicios se celebraron en 2016, el futuro del dirigente está en el aire.

En Washington, el Departamento de Estado urgió a Henry a acelerar la transición hacia elecciones libres y equitativas, aunque la Casa Blanca aclaró que no estaba presionando al primer ministro para que renunciara.

Situación insostenible

Henry aterrizó antier en Puerto Rico al no poder llegar a Haití ni a la vecina República Dominicana, cuyas autoridades negaron la entrada a su avión.

Cuando las pandillas emprendieron sus ataques contra las instituciones, el gobernante se encontraba en Kenia para acordar el despliegue de la misión policial respaldada por la ONU.

No existe una alternativa realista a esa misión internacional, aseguró desde Ginebra el jefe de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Türk.

La situación se ha vuelto más que insostenible, añadió, con mil 193 personas asesinadas en medio de la violencia de las bandas armadas desde principios de 2024.

Entre la violencia, la crisis política y años de sequía, unos 5.5 millones de haitianos (aproximadamente la mitad de la población) necesitan de asistencia humanitaria externa.

El llamamiento de la ONU a financiar 674 millones de dólares este año para ayudar a Haití, el país más pobre de América, apenas logró recaudar 2.5 por ciento del total.

Los disturbios desde el jueves pasado han llevado a al menos 15 mil personas a huir de las zonas más afectadas de Puerto Príncipe, según la ONU, que ha empezado a repartir comida y productos de primera necesidad.

La asociación de los hospitales privados del país pidió ayuda a todas las organizaciones de salud presentes en Haití ante la situación crítica que afrontan.

La inseguridad pone en peligro sus instalaciones y sus profesionales, y la grave escasez de insumos médicos esenciales, combustible y oxígeno limita su capacidad de atender a sus pacientes, alertó en un comunicado.

Tras meses de retrasos, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en octubre el envío a Haití de la misión policial encabezada por Kenia. Pero su despliegue se ha visto retrasado por la justicia keniana y la falta de financiamiento.

La policía haitiana, baja en efectivos, debe lidiar con numerosos secuestros, francotiradores en los tejados y violaciones que siembran el terror.

Según Naciones Unidas, el número de homicidios se ha más que duplicado en 2023, con casi 5 mil personas asesinadas, entre ellas 2 mil 700 civiles.