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Tengo mi estilo, y hay cosas también con las que no estoy de acuerdo

Coincido con el Presidente en la esencia del movimiento que representamos // A veces quieren que me deslinde, pero ¿cómo voy a hacerlo si concuerdo con él?, subraya

Sobre el último paquete de reformas de AMLO, rechaza que sea un legado en caso de ganar las elecciones // La gente debe conocer las razones para lograr el plan C

 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de marzo de 2024, p. 7

Al subir al vehículo –la entrevista se da en el trayecto de la Ciudad de México a Tula, Hidalgo– lo primero que Claudia Sheinbaum dice es: chin; se me olvidó la bolsita de maquillaje. Enseguida, se cambia los zapatos por unos más cómodos y se dispone a conversar mientras se dirige a otro mitin de campaña, en la vertiginosa recta final de la elección.

Una vez que se agarra camino, es casi obligado preguntarle si sus recorridos han cambiado su manera de mirar el país (aquí se presentan extractos de la charla, cuya versión completa se puede leer en el sitio www.jornada.com.mx):

Yo conocía México, pero no como lo estoy conociendo ahora. Lo que de verdad es sorprendente es el cariño de la gente al Presidente y a la 4T. Deveras, este indicador del Inegi que salió hace unos días, de que la gente está contenta, sí, con todo y las dificultades. Con sus excepciones, pero en la gran mayoría de los mexicanos hay una aprobación muy grande de la transformación. Lo ves en las encuestas, pero es muy distinto que la gente te lo esté diciendo y diciendo. No es sólo en los mítines, porque es obvio que van porque te apoyan, sino en el restaurante, en la gasolinera, en cualquier lugar donde te paras. Sí es un cambio de la manera de sentir del pueblo de México.

En los últimos días, la candidata de Morena y aliados ha concedido entrevistas a personajes de los medios que no son bien vistos en Palacio Nacional. Con ese tour en mente, se le comenta una versión que hace meses corre entre dirigentes de Morena: el Presidente se va a radicalizar para que la candidata aparezca como la que se corre al centro.

Sheinbaum ríe y luego dice: “a mí, como candidata, me corresponde ir adonde me invitan. Son etapas distintas. Coincido con el Presidente en la esencia del movimiento que representamos, y a veces buscan que me deslinde. ¿Cómo me voy a deslindar si estoy de acuerdo?

–¿De acuerdo en lo general, con sello propio?

–Tengo mi estilo y hay cosas también en las que no estoy de acuerdo. Cada uno tiene su estilo personal, pero venimos luchando en el mismo movimiento durante 23 años. Como les decía el otro día: ¿pues qué quieren? ¿Que diga por el bien de todos, primero los ricos? Pues no, no lo voy a decir.

–En un principio, ¿cómo viste las propuestas que presentó el Ejecutivo el 5 de febrero? ¿Como un legado, como una hoja de ruta?

–En una elección, la gente debe saber por qué está luchando. Hay que articular en propuestas claras la transformación, y las propuestas son eso, ir avanzando hacia derechos que quitaron al pueblo durante el neoliberalismo, y por otro lado, seguir avanzando en la democracia. Entonces, son proyectos para activar a la gente.

–Y poner un horizonte de lucha.

–Y las razones para ganar el plan C.

La política no la hacen santos

–¿Qué aportan personajes como Eruviel Ávila o Alejandro Murat?

–Hay una parte muy recomendable en el libro del Presidente, cuando habla de su etapa de dirigente del PRD e invitan a Ricardo Monreal a ser candidato. Por primera vez, un partido de izquierda gana una gubernatura. Habla ahí de la importancia de abrirse, de no cerrarse y decir nosotros los puros. Además, eso de la pureza, pues hay que ver.

“Hay una cosa más importante ahora, y es que el gobierno de López Obrador prácticamente desapareció al PRI. Hay un grupo de priístas que decide tener como candidata a una persona del PAN y cede a la agenda del panismo. Y legítimamente hay priístas que no están de acuerdo, que dicen ‘eso ya no me representa’.”

–No es gran riesgo subir al barco ganador.

–Hay que alejarse un poquito para ver históricamente el momento que estamos viviendo, de cambio de régimen. Hay una configuración y una correlación de fuerzas distinta.

“Sin perder tus principios, sabiendo que no por eso ahora vas a decir: no importa que haya corrupción, ¿verdad? No. Si cuando esas personas se acercan tú que les dices ‘no, porque ya estás marcado’… entonces Morena no existiría, porque Morena se fue construyendo con una alianza muy plural.”

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▲ En el trayecto de la CDMX a Tula, Hidalgo, la candidata conversa con La Jornada sobre el país y el sorprendente cariño de la gente hacia AMLO y la 4T.Foto Víctor Camacho

–Has usado la expresión de Heberto Castillo: no importa de dónde venimos, sino a dónde vamos. Pero él la dirigió al ingeniero Cárdenas.

–Sí, pero también a la gente hay que darle la oportunidad de ver si cambia.

–¿El problema es la falta de cuadros de Morena?

–El asunto es que se está constituyendo una alianza para ganar las dos terceras partes. No es que ellos vayan a encabezar la Presidencia de la República, no es que ellos vayan a determinar la agenda…

–¿Qué hacer frente a la tragedia de los desaparecidos?

–Hay que atender. En el tema de desaparecidos hubo una parte que se quiso usar políticamente contra el Presidente y la 4T, pero hay otros que, en efecto, tienen familiares desaparecidos y hay que atenderlos a través de la Comisión de Atención a Víctimas.

–El emblema del tema es Ayotzinapa, un expediente abierto.

–Bueno, queda abierto en el sentido de dónde están los jóvenes. Se ha planteado incluso…

–Desde el principio se dijo: verdad y justicia. No sabemos toda la verdad.

–El último documento que se publicó, cuando todavía estaba Alejandro Encinas… nunca se había hecho eso.

–Luego se topó con la pared militar.

–No necesariamente; creo que también con las pruebas. Había personas culpables detenidas, después se les liberó por tortura o presunta tortura. Después otra vez los capturaron; algunos de ellos fueron testigos protegidos. Había una primera versión, luego cambiaron a una segunda. Lo importante aquí es que ni el Presidente ni en su momento Encinas rehuyeron el tema. Se abrió, se estuvo platicando con ellos, se les informaba de las pruebas. El ex procurador general (Murillo Karam) está preso, hay militares detenidos, a algunos de ellos los liberaron malamente…

–Y también 800 folios que el Ejército no quiere entregar…

–La verdad esa parte no la sé, porque el Presidente ha dicho claramente que el Ejército ha entregado todo.

–La entrega de esa información es el punto en el que insisten los padres y madres.

–Pero el mandatario ha dicho que no es cierto. Entonces, no tienes por qué tomarlo como cierto. Pero finalmente se hizo un esfuerzo muy grande que no se había hecho antes, de abrir, abrir, abrir, y enseñar a los padres y a la sociedad... y justicia. Finalmente el autor de la famosa verdad histórica está detenido.

Claudia por Claudia

–Se enfila a la Presidencia una mujer científica. ¿Cómo te ven en las giras en esa doble condición?

–Es chistoso, porque al mismo tiempo que me dicen ¡doctora, doctora!, algunos me dicen Claudia; hay mucha cercanía. No hay una cuestión de que por ser científica o tener un grado académico haya distancia. Hay mucha cercanía y reconocimiento.

–Cuando estás a solas, ¿qué te hace sonreír o llorar?

(A diferencia del resto de las preguntas, que Claudia Sheinbaum responde como ametralladora, aquí hay una pausa).

Finalmente responde: a ver, cuando estoy sola leo mucho. Increíblemente me gustan los libros de tragedias personales, no sé por qué, como intimistas.

Pide su teléfono. Elige uno, porque, dice resignada, ahora tengo tres. Abre uno de los aparatos y muestra las portadas de los últimos libros que ha leído.

Está en la lista el más reciente de López Obrador, pero no es el que quiere mostrar. Señala en cambio El viento conoce mi nombre, de Isabel Allende. Son historias bien difíciles, de niños, un niño de la Segunda Guerra Mundial, dos salvadoreñas que llegan a EU con la guerra, historias que se van entrelazando y que te hacen llorar.

Señala otra portada: La buena suerte, de Rosa Montero. “También es una historia tragiquísima. Me gusta eso, no sé por qué”.

Del libro del Presidente dice: muchas de las cosas que vienen ahí uno las vivió, y cuando las lees vas recordando; hay momentos que son difíciles y otros que son unas reflexiones profundas.

–¿Las de Allende y Montero son historias que te sacuden?

–Tal vez te hacen generar una empatía con el débil, tal vez es lo que al final te queda de esos libros.