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Festejan los 80 años del SNTE en el Auditorio Nacional

La mayor parte de los presentes eran maestros procedentes del valle de México, Hidalgo y Puebla

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▲ Alfonso Cepeda Salas secretario general SNTE, encabezó la ceremonia a la que asistieron Leticia Ramírez, titular de la SEP, y Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de febrero de 2024, p. 12

Por culpa del calendario del Auditorio Nacional o porque las casualidades políticas se imponen, quiso el azar que la fiesta por los 80 años del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se llevara a cabo justo un 26 de febrero. En esta misma fecha, hace 11 años, Elba Esther Gordillo, mandamás del sindicato por 24 años, fue enviada a la cárcel por su aliado Enrique Peña Nieto.

Alfonso Cepeda Salas hizo una pausa en los elogios que dirigía al Presidente de la República (un gran amigo del magisterio), dejó crecer el grito de la galería y luego él mismo encabezó desde el micrófono: ¡Es un honor estar con Obrador!

Acompañaban al dirigente del SNTE, en el escenario, dos secretarias de Estado, una decena de funcionarios de alto nivel y dos gobernadores. Abajo completaban el cuadro dos decenas de legisladores de Morena y un personaje que mereció presentación aparte del maestro de ceremonias: Alfonso Ramírez Cuéllar, quien desde hace un par de años es el puente de Claudia Sheinbaum con éste y otros gremios.

Cepeda Salas había citado una frase que suele usar López Obrador (Amor con amor se paga) y esa fue la señal para la consigna que inundó el auditorio repleto.

Cepeda también tuvo palabras de agradecimiento para la titular de la Secretaría de Educación Pública (maestra Leti, la llama), pues dijo que su sola presencia en el cargo –como la de Delfina Gómez– atiende una demanda histórica del sindicato.

Y no dejó de lado el elogio para el chiapaneco Plácido Morales, presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, quien ha facilitado mucho la toma de nota y la solución de problemas. Cepeda no lo dijo, pero la actuación del tribunal mencionado es motivo de quejas de las expresiones disidentes del SNTE, pues aseguran que ha favorecido a las planillas oficiales en la renovación de los comités seccionales, antesala del congreso nacional que este año habrá de renovar la dirección nacional.

El encuentro fue una mezcla de festival escolar y escenario para el lucimiento de Cepeda, dirigente desde 2018 por obra y gracia de su compadre y socio Juan Díaz de la Torre, quien pactó su retiro con representantes del entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

La mayor parte de los presentes en el Auditorio Nacional eran docentes del valle de México, Hidalgo y Puebla, pero hubo representaciones de todo el país. Muchos fueron los mismos que en 2018, cuando sus dirigentes jugaron con el PRI, estuvieron en la Arena México para ofrecer su apoyo a José Antonio Meade. Entonces, Díaz de la Torre prometió al candidato del PRI 300 mil maestros activistas para la jornada electoral.

En sus 80 años de vida, el SNTE ha tenido más de una docena de dirigentes formales, aunque los hombres (y la mujer) fuertes del SNTE se pueden contar con los dedos de una mano.

En la etapa reciente, el cacicazgo de Carlos Jonguitud se extendió 17 años y terminó cuando Carlos Salinas de Gortari aprovechó una fuerte movilización nacional del magisterio para deshacerse del potosino y colocar en su lugar a Elba Esther Gordillo (1989).

Gordillo sólo dejó el cargo para ir a la cárcel: fue aprehendida en su avión, un 26 de febrero de 2013.

Alfonso Cepeda Salas (Arteaga, Coahuila, 1957) es secretario general del SNTE desde noviembre de 2018. Fue designado en un consejo nacional realizado tras la renuncia de Díaz de la Torre, quien prefirió un retiro discreto que cambió por la designación de su más cercano colaborador.

En el sindicato dicen que, como los anteriores, Cepeda tiene vocación de cacique, además de ser un político con fuerte inclinación sindical, disciplinado, estudioso de los temas que debe atender y desconfiado en extremo.

Gordillo excluyó a Cepeda del Comité Ejecutivo Nacional en el congreso de noviembre de 2012, el último que ella encabezó. Tras la detención de la maestra, fue reincorporado por Díaz de la Torre.

Cepeda se alineó pronto con el nuevo gobierno. Desde los primeros meses de 2019 comenzó a hablar del SNTE como ejército intelectual de la 4T.

En el terreno electoral, el acuerdo incluyó una alianza con los restos de Nueva Alianza, que mantiene registro en una decena de entidades. La encargada de la relación con Mario Delgado es la chiapaneca Sonia Rincón Chanona.

La armonía cuatroteísta se quebró sólo al final del acto, antes de que se entonara el Himno Nacional. La titular de la SEP y la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, fueron despedidas con el grito ¡Fuera Usicamm!, en referencia a la unidad que tiene como misión administrar el ingreso, la promoción y el reconocimiento. En otros momentos, el SNTE ha insistido en que el funcionamiento de esa unidad contradice los principios del Presidente sobre la revaloración y reivindicación del magisterio.

El evento fue, como muchos que organiza el gremio, semiclandestino. No hubo convocatoria pública y en los sitios de Internet del sindicato no aparecía ninguna información (no sea que les caiga la Coordinadora).

Unas mantas en la fachada del auditorio eran la única señal: el logotipo del sindicato y la frase que más usa en estos días: Uno somos todos y todos somos uno.

Esa formulación no es compartida por todos los docentes.

Abel Villarreal, de la sección 50 (Nuevo León), encabezó hace unos meses una planilla en pos del comité seccional y suma casi cinco décadas en el servicio. Las impugnaciones que presentaron por un proceso inequitativo y opaco se toparon con pared.

Se le pregunta si en todos estos años las cosas han mejorado en materia de representación sindical: No, están peor, porque ahora tienen la bendición presidencial de democráticos, aunque mantengan todo el poder corporativo.