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El periódico de ayer
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as violencias en México se intensifican. Las campañas electorales no alcanzan a ocultar la guerra que se terminó de extender por todo el país. En Michoacán, la comunidad nahua de Santa María Ostula, que lleva años resistiendo al triángulo de la violencia al que la someten el Estado, las corporaciones criminales y el negocio de la minería, vive ahora los ataques del cártel Jalisco Nueva Generación ( CJNG). Los y las comuneras de Santa María Ostula defienden su territorio, y su resistencia les ha llevado a fortalecer estructuras comunales como la Guardia Comunal, o a adoptar formas de economía solidaria. Esta comunidad, que es ejemplo de resistencia en México y el mundo, vivió, el pasado 5 de febrero por la noche, el ataque de un grupo armado. Las agresiones se extendieron por varios días.

En Guerrero, que no termina de recuperarse luego de los impactos del huracán Otis, los transportistas paran labores exigiendo seguridad para realizar su trabajo. Cotidianamente son presas de asaltos, extorsión, secuestros, asesinatos. En Chilpancingo, capital del estado, se suspenden clases, los taxistas no laboran y diferentes negocios no abren ante las amenazas de ataques del crimen organizado. En Iguala, el presidente municipal David Gama Pérez anunció que se suspende la Feria de la Bandera 2024, que se iniciaría el 24 de febrero. Terrible paradoja en un país que presume su patriotismo y lo impulsa como eje movilizador.

En territorio zapatista, en Chiapas, la represión abierta o encubierta es cosa de todos los días. De acuerdo con la Red Todos los Derechos para Todos, Todas y Todes, el pasado 19 de enero de 2024 fueron desplazadas forzadamente 28 personas bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional habitantes del Gobierno Autónomo Local, comunidad La Resistencia de la región de Moisés y Gandhi. Entre las personas desplazadas se encuentran 10 niñas y niños. El desplazamiento habría sido propiciado por miembros de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao). Con armas de fuego, machetes y palos, los paramilitares de la Orcao también destruyeron una escuela primaria autónoma, 15 casas de lámina y madera, cosechas, al tiempo que quemaron libros y robaron una tienda, animales y herramientas de trabajo de las bases de apoyo zapatistas.

En general, el fenómeno del desplazamiento forzado en Chiapas es sumamente grave. La guerra por los territorios en que se han enfrascado las corporaciones criminales que operan en la región, ha provocado que miles de familias abandonen sus hogares. A esto se suman los desplazamientos por grupos paramilitares que ya operaban en la región. De acuerdo con datos para marzo de 2023, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, documentó en su informe Chiapas un desastre. Entre la violencia criminal y la complicidad del Estado, entre 2018 y 2022, el desplazamiento de 3 mil 499 personas del municipio de Aldama y 5 mil 23 de Chalchihuitán, en julio de 2021, en los municipios de Pantelhó y Chenalhó se documentaron 3 mil 200 personas, en el ejido Guayabal Esquipulas, municipio de Chapultenango, territorio zoque, 87 personas salieron de sus hogares y en 2022 en el ejido Santa Martha, municipio de Chenalhó, se desplazaron 250. El mismo informe indica: a través del diálogo con las iglesias, organizaciones que trabajan en la zona y casos documentados por el Frayba, se estima que en la región fronteriza se han registrado un aproximado de 2 mil personas (400 familias) que tienen que abandonar sus comunidades a raíz de la violencia derivada de las disputas entre grupos criminales por el control del territorio.

En Baja California, Ángela Meraz León, presidenta de Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos Tecate, quien buscaba a su hermano desaparecido, fue asesinada. La realidad de Ángela lamentablemente no es un caso aislado. Las madres buscadoras de personas desaparecidas están siendo acosadas por grupos criminales, están precarizando su situación ante largos procesos de búsqueda que merman su salud y economía. El fenómeno de la desaparición forzada no para, y las organizaciones de buscadoras no encuentran interlocutor dentro del gobierno, peor aún, hallan confrontación desde el discurso oficial. El caso de Ayotzinapa es muy representativo: han intentado fracturar a su organización y deslegitimar a las organizaciones y abogados que los acompañan.

En su popular canción Periódico de ayer, Héctor Lavoe narraba la historia de un amor que tenía similitud con una nota periodística del día anterior: Sensacional cuando salió en la madrugada // A mediodía ya noticia confirmada // Y en la tarde materia olvidada. A la velocidad de la noticia, se suma el presentismo en el que como sociedades nos hemos instalado y el ruido con el que se oculta cierta información. Lamentablemente, las violencias en nuestro país no son noticia de ayer, son realidad presente que nos exigen debatirlo como uno de los grandes problemas nacionales y a buscar salidas reales.

*Sociólogo

@RaulRomero_mx