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Trío Siqueiros alzó puentes de vanguardia y romanticismo europeo en el Cenart
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▲ Los músicos entrelazaron los compases de Trío archiduque, de Beethoven, con piezas de Camden Reeves.Foto Cenart
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de febrero de 2024, p. 4

El romanticismo europeo y la vanguardia, con casi dos siglos de distancia en su haber, se unieron ayer en el concierto Puentes de nobleza, que ofreció el Trío Siqueiros en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

La pieza Trío archiduque, de Lu-dwing van Beethoven, compositor alemán que abrió nuevas ventanas para que la música se desarrollara hasta lo que escuchamos actualmente, entrelazó compases novedosos con dos piezas de Camden Reeves, autor vivo que desde Inglaterra recrea a seres en el umbral de la fantasía y la zoología, con obras hermanadas con el jazz, el blues y el rock, reseña el violinista Juanmanuel Flores.

Las tres piezas tienen como característica del manejo del tiempo, de las medidas de compases, de las figuras rítmicas, bastante peculiares, y juegan un papel importante. Comparten esa escritura las piezas de Camden, escritas hace cinco y 10 años, y la pieza de Beethoven, creada hace dos siglos, añadió.

Un encuentro singular, bastante más fluido de lo que parece en un principio, asegura en entrevista.

La música también resulta cercana, aunque estemos en Latinoamérica; podría parecer distante, pero no lo es. Camden resulta ser efectivo en el sentido de la recepción del publico, en parte por su inspiración en la naturaleza, como por la incorporación de música de fuera de las salas de concierto, como una de las piezas que sin esconderlo se basa en el blues y en el rock, muchas de las escalas y cambios rítmicos están animados por una canción de Led Zeppelin, de quien es fanático. Nos acerca a la escucha, la vuelve propia y familiar.

Los músicos del Trío Siqueiros son amigos del compositor inglés, quien cumplió 50 años la semana pasada, por lo que se trata de un doble festejo, al celebrarse el 30 aniversario del Cenart.

El trío de músicos regiomontanos tomó el nombre del pintor chihuahuense David Alfaro Siqueiros con el fin de identificarse dentro del arte mexicano en un término amplío. Del artista norteño les inspira su vida, su espíritu revolucionario y de lucha para partir desde esta estética.

El conjunto está integrado por Juanmanuel Flores en el violín, Ana Karen Rodríguez en el violonchelo y Noé Macías en el piano. Aunque se formaron oficialmente en 2018, se conocen desde muy niños; básicamente, crecieron tocando juntos. Lo que empezó como un juego se volvió cada más serio, hasta crear el ensamble en un contexto profesional. Más de 30 años compartidos; además de una relación musical, los une la amistad y complicidad en diferentes niveles, considera Flores.

Como trío, siempre nos hemos caracterizado por esta mezcla de estilos y estéticas en los conciertos. Gran parte de nuestra labor va enfocada hacia la música contemporánea, trabajar con compositores vivos y estrenar piezas, aunque eso nos llena de gozo, por supuesto nos gusta replantear repertorio más clásico desde una perspectiva actual.

El Trío archiduque op. 97 se escribió hace más de 200 años. La intención es abordarlo con frescura, de la misma manera que si nos hubiera llegado ayer la partitura, sin prestar atención a todas las grabaciones que existen y llegar con oídos nuevos, comenta el violinista.

Beethoven escribió este trío para piano en 1811; la partitura está dedicada al archiduque Rodolfo de Austria. Fue el último que escribió dentro de su catálogo; el nombre ya nos da un asomo de aristocracia, al referirse a su mecenas y alumno de piano. Puede ir más allá; en la música suena una escala mucho más pomposa, con aires de grandeza. Estamos hablando de un Beethoven que ya estaba completamente cierto de sus capacidades y dispuesto a expandirlas.

Camden Reeves nació en Oxford en 1974 en una familia de músicos de jazz. Su abuelo le dio sus primeras lecciones de música. Su obra de concierto tuvo influencia inicial del modernismo europeo y estadunidense; buscó combinar los intrincados procesos rítmicos de Ligeti, Birtwistle y Carter, pero asumió como punto de inflexión estudiar a Sibelius, además de desarrollar interés en Nancarrow, el jazz moderno y el rock basado en blues.

Sin embargo, su fascinación está en la relación de la música con el tiempo. Busca inspiración en la naturaleza, resultado constatable en piezas que retoman a organismos acuáticos, como las medusas y los calamares. Recientemente, observa el cosmos con un sentido más abstracto y filosófico. Ayer, el trío interpretó Starlight Squid y The Dead Broke Blues Break.