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Nada de zigzaguear en la transformación, exhorta el Presidente

En su libro de despedida pide reafirmar el rumbo de su gobierno; asegurada, la continuidad con cambio

 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de febrero de 2024, p. 4

Nada de zigzaguear en el proyecto de transformación, es el llamado que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador en su libro ¡Gracias!, que –ha dicho– es el último que escribirá como político en activo, y en el que sentencia que la frase por el bien de todos, primero los pobres debe ser la esencia de la actividad política.

En el volumen, que saldrá a la venta la próxima semana y en el qué él mismo ha dicho que formula recomendaciones a futuros gobernantes, enfatiza: Nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el gobierno. No a las medias tintas.

En pasajes dedicados a Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, López Obrador declara que está contento porque no sólo es muy probable que el pueblo decida a favor de que continúe la Cuarta Transformación, sino sobre todo porque no habrá desviaciones y se mantendrá el compromiso de atender con prioridad a los más necesitados y bajo los principios rectores de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Alerta que es peligroso subestimar la fuerza de los adversarios, pero confía en que hagan lo que hagan, no regresarán al poder los oligarcas. Sostiene que en la política hay que correr riesgos y para enfrentar a una derecha neofascista y voraz, quienes buscan la continuidad de la 4T no estamos para ponernos muy exigentes, para exquisiteces, por lo que considera que debe haber apertura a candidatos externos.

Termino sosteniendo que estoy convencido de que contaremos con el apoyo del pueblo para consolidar la primera etapa de la transformación de nuestro país. Está asegurada la continuidad con cambio. No hay nada que temer, expresa.

Rememora el infarto que sufrió en 2013, el cual, dice, se debió a la reforma energética aprobada ese año. Aclaro que antes de este gran susto me cuidada poco y trabajaba mucho más; pensaba que eso del estrés no existía, que era una exquisitez pequeñoburguesa, como la depresión y las frecuentes visitas al sicólogo. Sin embargo, constaté que estaba equivocado: la hipertensión mata, revela López Obrador.

Considera que la gente no se movilizó como se habría requerido contra la reforma, pero acota que también es posible que nosotros no supimos hacer bien las cosas y fallamos en nuestra estrategia para detener la iniciativa. El caso es que mi corazón no aguantó, relata.

Al recordar los videoescándalos que enfrentó como jefe de Gobierno capitalino, destaca que antes de la difusión de las grabaciones en las que aparecen el empresario Carlos Ahumada entregando dinero a dirigentes del PRD y el ex secretario de Finanzas Gustavo Ponce apostando en Las Vegas, había insistido al entonces procurador general de justicia, Bernardo Bátiz, que informara a la opinión pública que se estaban investigando actos de corrupción de las empresas del argentino, pero que éste no lo hizo. De haberlo hecho, se habría atemperado el golpe.

Respecto a René Bejarano, político filmado por Ahumada, López Obrador subraya que tuvo con él una relación política, no de complicidad. Añade que nunca, ni a él ni a nadie, le he pedido que en mi nombre se cometan actos de corrupción. Asimismo, quiero que quede claro: jamás he tenido un operador político.