Descuido hace crecer males urbanos
in discusión, por primera vez en muchos años la ciudad se encuentra en una situación que muchos podrían calificar de emergencia
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Los habitantes de la capital sufren una crisis de agua que les pega a cuando menos poco más de 200 colonias; crisis que día con día se agrava.
Junto a eso, la situación de las calles –no contamos las principales vialidades– son una parte fundamental del dolor de cabeza de los capitalinos, que día con día tienen que enfrentar la pésima calidad del asfalto en las arterias por donde deben circular.
Si a ello se suma la efervescencia en las protestas, que no faltan en la cotidianidad, el asunto toma tintes peligrosos, cuando menos, sobre todo cuando caemos en cuenta que las autoridades nada hacen al respecto.
El factor elecciones
juega un papel importante en la situación, y esto porque el jefe de Gobierno sustituto, Martí Batres, está más que ocupado tratando de concentrar poder en sus manos que en resolver la problemática que lastima también lo político.
Y lo que son las cosas, en el sentido más estricto de la realidad, ni el asunto del agua ni el del asfalto en las calles son temas que tuviera que atender el jefe de Gobierno sustituto, pero en temporada electoral los más mínimos detalles cuentan.
A nadie le importa si la calle por donde transita pertenece a esta o a aquella demarcación; todos, en mayor o menor medida, culparán al gobierno central, por lo que cuando menos debería haber una campaña de difusión que pusiera las cosas en claro.
Pero eso, lo que piensa la ciudadanía, no parece ser un motivo de preocupación para Batres, que pasa el día entre los reflectores y el movimiento de piezas en el gabinete.
De todas formas, el asunto se complica. Los hoyos en las calles cada vez son más grandes y más profundos, las protestas por la falta de agua en las colonias se multiplican y la condena a los descuidos del gobierno, en todos los sentidos, se incrementa.
Sin duda son momentos que no permiten fisuras en la atención de los gobernantes. Toda negligencia se convierte en algo así como una ofensa que más adelante deberá expresarse en las urnas, y eso parece que no se toma en cuenta en ninguna instancia política, principalmente de Morena, que gobierna en la ciudad y que tiene la responsabilidad de hacer que continúe la transformación ya echada a andar.
No habrá muchas oportunidades para poner el trabajo político en la idea de la gente. Para Morena son muchos esfuerzos, muchas luchas que podrían irse por la borda por descuidos imperdonables de parte de quienes tienen la responsabilidad de informar y de trabajar para resolver los problemas que hoy ponen a la ciudad y su forma de gobierno en peligro.
De pasadita
Cómo andará de desesperada la seño de las gelatinas que echó mano de Alejandro Rojas Díaz-Durán para hacerle un gesto a la mañanera.
Rojas, que con toda tranquilidad se pone y se quita cachuchas partidistas con tal de tener chamba, renunció a Morena con la misma idea que ha hecho todas, o casi todas, sus acciones: aparecer en los medios.
Tal vez la seño no recuerde que no hace mucho uno de los dirigentes del PAN, el partido que más la impulsa, denunció a Díaz-Durán por varios ilícitos, pero principalmente le llamó cobarde, mentiroso y vividor
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Pero eso no importa, lo importante es que Rojas se fue en contra de López Obrador, y eso lo limpia de todos los pecados y lo eleva a héroe nacional, según la gente del propio partido que hoy lo usa. Cosas de la política.