Cultura
Ver día anteriorJueves 18 de enero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
José Agustín valoró mucho a sus lectores: Andrés Ramírez

El editor, hijo del autor de La tumba, no descarta la publicación de obras póstumas

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 18 de enero de 2024, p. 3

Cuautla, Mor., En una ceremonia familiar íntima, ayer fue cremado a las 17 horas el escritor José Agustín en Cuautla, Morelos. Probablemente sus cenizas sean depositadas en la zona arqueológica de Chalcatzingo, ubicada en la zona oriente de Morelos, porque era un lugar que quería especialmente, dijo su hijo Andrés.

El padre de José Agustín construyó la casa donde llegó a vivir éste con su familia en 1975. Allí escribió varios de sus libros, por ejemplo, El Rey se acerca a su templo. Para el autor de De perfil ese era su hogar, un templo donde vivió rodeado de sus familiares, a decir de Andrés Ramírez, y donde falleció el martes pasado.

A pregunta expresa de qué mensaje dejó para sus lectores el autor de Tragicomedia mexicana, Andrés respondió: “El mensaje sería ‘síganme leyendo’. Sin duda vivió para sus libros, su escritura y sus lectores. Eso fue lo más importante de su vida: las personas que lo acompañaron en sus presentaciones, en firmas de libros, en homenajes; dedicó su vida a la literatura, a la escritura y a su difusión”.

Andrés recordó que su padre les decía que, de todos sus libros, el que más amaba era Cerca del fuego, aunque reconoció que la crítica señala como su libro más importante Se está haciendo tarde (final en laguna), pero en 2000, cuando escribió y salió a la luz Vida con mi viuda, “dijo: ‘Este es mi libro favorito’, entonces, hay para todos los gustos”.

Al preguntarle sobre los tres tomos de Tragicomedia mexicana, en los que el autor critica el poder político del pasado reciente del país, el editor señaló que son libros fundamentales, mi padre se quedó con muchas ganas de hacer el cuarto tomo, dejó muchas notas, pero se le atravesaron otras novelas y nunca se concretó eso, pero fue un libro muy querido para él porque lo acercó a otro tipo de lectores.

El cuarto tomo que ya no alcanzó a editar y publicar abarcaría el poder político de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, y los de la alternancia, tenía muchas ganas de burlarse de Fox (en público), pero sólo lo hizo en privado.

José Agustín, aseguró su hijo, sabía que estaba enfermo, que se iba a ir, por lo que se despidió de diversas maneras de su esposa Margarita, de sus hijos y nietos.

Fue una persona entrañable y querida, y, como toda persona, con sus claroscuros, pero un compañero fenomenal de mi madre, un gran padre, muy buen amigo. Hay muchos recuerdos de niño, de adolescente, de joven y ahora de grande, dijo Andrés al preguntarle sobre las enseñanzas de vida que le dejó su padre.

El nieto de José Agustín, Lucio, añadió que su abuelo quiso estar en paz, en silencio y con la gente que él más quería. Andrés Ramírez reiteró que uno de los últimos deseos del escritor fue que sus lectores lo sigan leyendo y no descartó la publicación de obras póstumas.