La relocalización de las empresas es un fenómeno que ocurrirá con el tiempo, no de la noche a la mañana, por lo que es necesario que México cuente con energía, parques industriales, certeza jurídica, estímulos fiscales, entre otros factores, para impulsar su crecimiento por encima de 2 por ciento en los próximos 25 años, estiman especialistas.

Analistas de Intercam destaca-ron que “el nearshoring es un engranaje que poco a poco se mueve, la oportunidad es única y muy grande”, y México puede ser uno de los principales beneficiarios si capitaliza una mínima parte de la inversión extranjera directa (IED) que recibe China.

Tras recordar que la IED en México ha crecido a una tasa promedio anual de 14 por ciento en los últimos dos años, destacaron que el potencial de crecimiento es enorme, no sólo por la llegada de nuevas empresas sino también por los efectos de segundo y tercer orden en la actividad económica. A nivel global China sigue siendo el principal país que recibe IED. Sólo hasta 2022 los flujos hacia ese país ascendieron a 189 mil millones de dólares.Si lográramos capitalizar una pequeña porción de esa enorme inversión, la faz de México sería otra, apuntaron.

Intercam estimó que la suma de la IED y la necesaria para infraestructura que darán cabida a las nuevas empresas, detonaría un crecimiento en México superior a 2 por ciento.

Según la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM) en Estados Unidos para materializar la relocalización es necesario contar con recursos energéticos suficientes, disponibilidad de parques industriales, certeza jurídica, estímulos fiscales, ciberseguridad, entre otras piezas para que el país aproveche a corto y mediano plazos la relocalización.

Salimos de una pandemia y ahora el gran reto es que la relocalización de compañías beneficie no sólo a los estados del norte sino también a los del sur que requieren infraestructura y mejores condiciones para ser más competitivos, dijo Fernando Sepúlveda, presidente de la AEM.

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