Londres. Este año podría pasar a la historia como uno de los más inusuales de todos los tiempos en los mercados financieros, sobre todo porque todo parece haber salido bien a pesar de las turbulencias y predicciones que resultaron erróneas.

Por ejemplo, en los mercados de renta variable las acciones mundiales subieron alrededor de 20 por ciento a pesar de las tasas de interés más altas de las últimas décadas y de una minicrisis que acabó en el primer trimestre del año con uno de los bancos más conocidos de Europa –Credit Suisse– y con otros más pequeños de Estados Unidos.

En los mercados de renta fija, hace unos meses los inversores preveían que las subidas de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y compañía ocasionarían recesiones, lo cual no ocurrió. Ahora esperan que los bancos centrales bajen las tasas de interés, con la inflación aparentemente controlada.

Gigantes de la tecnología entre los ganadores

Los siete magníficos de los gigantes tecnológicos han experimentado una subida de 97 por ciento en conjunto.

El resultado ha sido un repunte de 10 billones de dólares de las acciones mundiales.

El valor de los títulos de Meta se disparó 197 por ciento y los de Tesla 105 por ciento. El compuesto tecnológico Nasdaq, de la bolsa de Nueva York, está en la cúspide de su mejor año en dos décadas, mientras la firma Nvidia se ha catapultado casi 240 por ciento por la demanda de chips para el desarrollo de inteligencia artificial (IA), entrando al club del billón de dólares. El bitcóin ha subido casi 160 por ciento en el año.

Camino de baches

En marzo, la quiebra de Silicon Valley Bank, un prestamista de tamaño medio, y el rescate de Credit Suisse, de 167 años de antigüedad, desencadenaron una caída de las acciones mundiales, que perdieron el 10 por ciento ganado en enero.

La constante subida de las tasas de interés en todo el mundo hizo sudar la gota gorda a los inversores durante el verano boreal, y en octubre los ataques de Hamas en Israel agudizaron las tensiones geopolíticas.

Los mayores movimientos se han producido en los mercados emergentes. En Turquía su moneda cayó 35 por ciento; en Egipto, 20; en Nigeria, 50, y el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, acaba de depreciar el peso argentino a la mitad.