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Similia
S

imilia, similibus, curantur implica que cada expresión artística es un signo de la realidad y se puede construir en la dosis idónea para sanar las manifestaciones patológicas de las que es similar. Es el nuevo proyecto del artista Néstor Quiñones, cuyos ejes temáticos son la homeopatía y la autopoiesis (condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos), que se relaciona con una visión filosófica que pretende entender las expresiones artísticas como fenómenos patológicos de lo social. Es una manera de observar y de actuar.

La Quiñonera pasó de ser una casa familiar a una forma de comuna de artistas que compartían las mismas necesidades e inquietudes, la casa como un ente vital en constante transformación, con un origen de total libertad; la mayoría de quienes la habitaron venían de escuelas activas, muchos estaban vinculados con los exilios españoles, argentinos y chilenos, eran desplazados, marginales, huérfanos y con una posición política valiosa e importante, contestataria al sistema.

Todo confluía con el disfrute de la belleza en busca de lo estético y de la reflexión en torno al mundo del arte, pero también de la expresión de la vida emocional.

Los gemelos Néstor y Héctor (Ciudad de México 1967-2016), autodidactas, antagónicos y complementarios, fundaron a principios de los 80 en el Barrio de la Candelaria, en Coyoacán, La Quiñonera, nombre que acuñó Rubén Bautista (1945 -1990), promotor cultural, artista y uno de los primeros curadores de este país.

Durante los años 80 y 90 fue un centro para el arte, abierto a nuevos lenguajes, lo que lo convirtió en semillero de expresión y creación artística; en sus diferentes habitaciones, albergó primero talleres de amigos y más tarde de artistas que estaban estudiando, como el de Rubén Ortiz, Diego Toledo, Mónica Castillo, Claudia Fernández y su hermano El Taka, entre otros; entonces había al interior un diálogo entre artistas académicos y autodidactas, diferencias y complementaciones a partir del mismo espacio .

También fue sede de conciertos de punk, rock, de teatro alternativo y fiestas interminables, refugio de perros y torneos de ping pong, así como de las primeras instalaciones de arte en México.

Fue Rubén Bautista quien organizó la primera exposición Los pintores escultores, además de cinco exposiciones colectivas en un diálogo con artistas de diferentes generaciones y narrativas. La capacidad de Rubén convocó a artistas como Gilberto Aceves Navarro, Juan José Gurrola, Gabriel Macotela, Aldo Flores, Germán Venegas, Nahum B. Zenil, Roberto Cortázar, Roberto Turnbull, Fancis Alÿs, Jerónimo Toledo y Guillermo Santamarina, mejor conocido como Tin Larín, a quien recientemente la editorial Alias publicó Mil hilos: Manifiesto en contra de las imposiciones tediosas, que recoge conversaciones con Mauricio Marcin. ¡Muy recomendable!

Desde 2022 existe un proyecto para estructurar y enriquecer el archivo histórico de La Quiñonera, con la intención de contar con una base de información sólida para generar proyectos editoriales y curatoriales. La editora e investigadora Maco Sánchez Blanco pretende publicar en 2024 una cronología razonada de la historia de La Quiñonera que dará cuenta de todos los eventos y proyectos que se generaron en ese espacio. El libro contendrá también, si es posible, material perteneciente a los archivos fotográficos de Laureana Toledo, Enrique Cava, Armando Cristeto, Rubén Ortiz, Carlos Jaurena, Alejandro Guerrero, Guillermo Lagarda y Carlos Somonte, entre otros.

Con el fin de adaptar el espacio a nuevas necesidades, a principios de este año comenzó la transformación de la casa original de La Quiñonera, con una propuesta del taller de Arquitectura de Mauricio Rocha, una remodelación profunda.

La Quiñonera seguirá siendo un proyecto comunitario, galería de arte y espacio cultural independiente con residencias de talleres y proyectos de cultivo, pero ahora se trata de cambiar la mentalidad y buscar la complementariedad para percibir el arte de diferente manera.

El objetivo es la aceptación de la realidad, primer principio curativo: Aceptar todo lo que venga es una forma de ser, pero sobre todo de cumplir con mi educación, explica en entrevista Néstor Quiñones.

Quizá el sueño de Diego Rivera y de Juan O’ Gorman de crear una ciudad de las artes cuando construyeron el museo-estudio Anahuacalli, vecino de La Quiñonera, se cristalice con la integración de un corredor cultural que inicie en el Anahuacali, recorra La Quiñonera y termine en los estudios de los fotógrafos Graciela Iturbide y Manuel Álvarez Bravo.

A sus casi 40 años, deseamos ¡larga vida a La Quiñonera!