Madrid. Investigadores de la Universidad de Nagoya descubrieron que las anguilas eléctricas pueden alterar los genes de pequeñas larvas de peces mediante descargas energéticas.

Esa criatura es la generadora de energía más grande de la Tierra. Puede liberar hasta 860 voltios, suficiente para hacer funcionar una máquina.

Los hallazgos, publicados en PeerJ-Life and Environment, se se suman a lo que se sabe sobre la electroporación, técnica de administración de genes, que utiliza un campo eléctrico para crear poros temporales en la membrana celular. Esto permite que moléculas, como el ADN o las proteínas entren en la célula objetivo.

El grupo de investigación basó su trabajo en que si la electricidad fluye por el agua, podría afectar a las células de los organismos cercanos a las anguilas.

Para probar esto, expusieron a los peces jóvenes en su laboratorio a una solución de ADN con un marcador que brillaba con la luz para ver si habían tomado el material genético. Luego, introdujeron una anguila eléctrica y la incitaron a morder un alimento para descargar electricidad.

Los investigadores descubrieron que 5 por ciento de las larvas tenían marcadores que mostraban la transferencia de genes.

Esto indica que la descarga promovió la transferencia de genes a las células, a pesar de que las anguilas tienen diferentes formas de pulso y voltaje inestable en comparación con las máquinas usadas oor lo general en la electroporación, explicó Atsuo Iida, coautor del trabajo.