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Homenaje a Agnès Varda en Francia

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gnès Varda (Bruselas, 1928-París, 2019) es la cineasta francesa más destacada. También una espléndida fotógrafa, artista visual y activista social y política. Ahora, la Cinemateca de Francia le rinde un gran homenaje con la exposición ¡Viva Varda!, que recorre los grandes temas de su muy variada obra.

Ese recorrido incluye un ciclo de todas sus películas (entre ellas la cuarta, The Creatures, restaurada gracias al mecenazgo de la casa Chanel), fotografías, autorretratos, pinturas, instalaciones, archivos y vestuario de la autora de los aclamados filmes Cléo de 5 a 7 (1962) o Le Bonheur (1965), entre muchos más.

Varda filmó 40 cortometrajes y largometrajes que van de la ficción al documental. En todo su trabajo destaca su singular modo de entender el arte, ligado a una libertad de expresión que la hacía desplazarse de un formato o tema a otro, sin mayores dificultades técnicas.

Precursora de la Nueva Ola que cambió al cine francés, Varda destacó por mostrar en sus trabajos la marginalidad, vista en contrapunto con el consumo excesivo de las sociedades contemporáneas, en especial la francesa. Al respecto es clásico su documental de 2000, Los espigadores y la espigadora, en el que registra la vida de varias personas que recolectan desechos en el campo y la ciudad.

Su activismo feminista es otro aspecto de su prolífica existencia. En él narra las experiencias y vidas de las mujeres. Denunció las desigualdades en la industria cinematográfica, que a los productores les costara confiar su dinero a las mujeres directoras. Pero no vinculó las dificultades que tuvo por ser mujer, sino por las exigencias de su cine de autor.

Mostró su carácter e independencia en 1967, realizó el largometraje Paz y amor, financiado por Columbia. Rechazó hacerlo cuando el jefe del estudio le pellizcó la mejilla como si fuera una niña. El proyecto fue cancelado.

Una cabaña al fondo del jardín de la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo de París, rinde homenaje a Varda y a su gata Zgougou (piñón, en árabe). Además, obtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia en 1985 por Sin techo ni ley; el César a la mejor película documental por Las playas de Agnès; el César honorífico en 2001 y la Palma de Oro Honorífica en 2015.

Vive Varda por siempre en el cine y las artes.