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Descubren representación de astros en iconografía de cerámica de Chupícuaro

Esto cambia la visión del Preclásico en Mesoamérica, asegura investigador independiente

 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de diciembre de 2023, p. 4

Después de estudiar la iconografía de la cerámica de la cultura de Chupícuaro, el arquitecto Leonardo Amezcua Ornelas, investigador independiente del pasado mesoamericano, específicamente de Acámbaro, Guanajuato, concluyó que sus figuras no son elementos decorativos, sino la representación de astros tal y como los vio este pueblo hace 2 mil 600 años.

Estas estrellas están acompañadas con un sistema numérico, el cual demuestra que este pueblo ya medía el tiempo de la visibilidad del cuerpo celeste. De acuerdo con Amezcua Ornelas, se trata de un sistema desconocido en Mesoamérica. Lo relevante de este hallazgo es que, por parte de los arqueólogos, se considera que en el horizonte preclásico estas culturas no tenían un sistema de medición, que no manejaban dígitos matemáticos. Con este descubrimiento revolucionamos en muchos aspectos esta visión que se tiene del horizonte preclásico en Mesoamérca, sostiene.

La de Chupícuaro se considera una de las dos culturas madres de los pueblos mesoamericanos. La otra es la olmeca en la región de Tabasco.

La cerámica de Chupícuaro es de las más valoradas y exhibidas en los museos del mundo, apunta el estudioso, y Acámbaro es considerada la cuna de esta antigua civilización.

Amezcua Ornelas ha hecho por cuenta propia diferentes investigaciones históricas y arqueológicas en la zona sureste de Guanajuato, las cuales en su momento han sido supervisadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Por ejemplo, compartió con el INAH-Guanajuato el hallazgo de la traza del centro ceremonial localizado en el valle de Acámbaro, compuesto por dos grandes calzadas perpendiculares que tienen como remate montañas en sus extremos oriente y norte. Este centro ceremonial guarda una relación directa a nivel conceptual y a escala con la gran ciudad de Teotihuacan.

Descubrir dicha traza le hizo ver que sus antiguos habitantes tenían una especie de veneración hacia los astros. Entonces, empezó a estudiar la cerámica. “Sus formas geométricas aparentemente no simbolizaban nada. Poco a poco busqué comparativos con elementos dentro de la naturaleza de donde pudieran haber inspirado este antiguo pueblo y, para mi sorpresa, lo primero que localicé en una vasija fue la representación de una estrella, exactamente como la capta el ojo humano, a la manera de un rombo de luz.

A raíz de la localización de ese astro, me di cuenta de que había más vasijas que no sólo mostraban visualizaciones de estrellas, sino también la representación del Sol, la Luna o Venus. Poco a poco pude ver que estas observaciones se acompañaban de signos matemáticos que miden perfectamente la visualización de este astro. Estos dígitos matemáticos miden con precisión periodos de 13 años, de 13 meses y de 13 días. Quiere decir que este sistema matemático viene desde el horizonte Preclásico, pasó al Clásico y al Posclásico.

Lo que se consideraban simples vasijas con algunos elementos geométricos, en realidad son formas sagradas dedicadas a venerar a astros específicos. Para Amezcua Ornelas esto es sumamente revolucionario, porque estaríamos ante el hallazgo de cientos de especies de códices mesoamericanos contenidos en vasijas; no obstante, nadie lo había percibido así.

Según el arquitecto, la cerámica de Chupícuaro sólo se había estudiado desde el punto de vista de su antigüedad o el tipo de material utilizado, pero no a nivel iconográfico.

Amezcua Ornelas presentó su investigación al Centro INAH-Guanajuato, donde se encuentra en proceso de análisis, ya que la instancia no se ha pronunciado ni a favor ni en contra. Simplemente se toma como una hipótesis. Reconoce que esta investigación, como todo lo nuevo, pasará por diferentes etapas de validación. El INAH maneja otros tiempos debido a varios aspectos. Sin embargo, considero que esta información debería hacerse pública para que las personas se den cuenta del patrimonio que tienen y que, a partir de allí, se hagan nuevas investigaciones.